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Coronavirus
Cómo evitar comer a todas horas durante el estado de alarma por el coronavirus
Uno de los retos que se te presentan al tener que pasar tantas horas en casa para protegerte del coronavirus es evitar pasarte el día comiendo.
Aunque muchos estemos teletrabajando durante esta cuarentena para protegernos del coronavirus y no falten entretenimientos, siempre queda la tentación de ir más de la cuenta a la nevera cuando uno se queda en casa mucho tiempo. Si a eso le sumamos la ansiedad que puede llegar a producir esta situación de aislamiento por el estado de alarma, los primeros días pueden ser muy duros y una forma de suavizarlos es con comida. Para evitar pasarte el día comiendo, necesitará un poco de fuerza de voluntad y algunos trucos que te ofrecemos a continuación:
Elimina la tentación
Tú que te conoces mejor que nadie, especialmente si vives solo, si sabes que no te vas a poder controlar, lo mejor es que los primeros días de aislamiento por el coronavirus evites tener en casa comida poco saludable.
No hagas viajes innecesarios a la cocina
Incluso aunque estés teletrabajando vas a hacer una pausa para el café, por lo que el riesgo de acercarte a la nevera y a la cocina, donde está bien resguardado todo lo que te apetece comerte, es alto, así que evita hacer demasiados viajes allí.
Una botella de agua
Solo con tener a mano una botella de agua a mano va a servir para que se reduzcan esos viajes de pecado. Si cada vez que te entre hambre le das un trago a la botella, se te quitarán las ganas de picotear. Y siempre puedes aprovechar los viajes a la cocina para rellenar la botella para hacer algunos ejercicios de estiramientos que te ayudarán a estar más relajado y a reducir la ansiedad.
Lávate los dientes
Si aún así, tienes un día tonto, y te entra un ataque de hambre que es pura ansiedad, en vez de correr a la cocina, ve al baño y lávate los dientes o enjuágate la boca. No hay nadie al que le apetezca comer después de lavarse los dientes.
Premios saludables
Puedes motivarte permitiéndote algunos caprichos en la versión más saludable de éstos, por ejemplo, si durante el día tomas varios cafés, puedes concederte acompañar uno de ellos con una onza de chocolate negro, o si eres más de salados, un pequeño puñado de frutos secos.
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