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LOS ESPECIALISTAS ALERTAN DE LA SITUACIÓN
La crisis dispara los casos de disfunción eréctil
Las parejas con dificultades económicas, por problemas en el pago su hipoteca o por encontrarse de pronto en el paro, ven mermado considerablemente su deseo sexual. Además, muchos necesitan fármacos que sus bolsillos no pueden permitirse.
Los casos de impotencia y de falta de deseo sexual están aumentando en España, sobre todo entre las personas con dificultades para pagar hipotecas o en parejas que se encuentran de pronto desempleadas, explica el andrólogo José Luis Arrondo. Arrondo, presidente del comité organizador del XVI Congreso Nacional de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, que se celebra en Pamplona, ha señalado que la respuesta sexual de las personas está muy influenciada por la actual situación de crisis social y económica.
Para el jefe de la sección de Andrología del Complejo Hospitalario de Navarra, la solución es complicada porque estas personas a menudo necesitan fármacos que no están financiados por la Seguridad Social y que no son baratos y por tanto "no los pueden comprar por su delicada situación económica".
El especialista ha tratado en su intervención sobre otros muchos temas de actualidad y ha hecho hincapié en la falta de formación que se observa entre los jóvenes y los no tan jóvenes: "Una cosa es informar y otra formar, es muy fácil informarse por internet, pero eso no significa que se sepa disfrutar de la sexualidad y evitar riesgos como los embarazos indeseados".
Para Arrondo, es necesario plantearse la educación sexual en las escuelas "desde los principios del respeto y la igualdad y en un plano que pueda y deba ser aceptado por cualquier ideología" y en ese sentido las propias asociaciones de padres "deben ser más receptivas, ya que están más abiertas a que hablemos a sus hijos de cualquier otro tema antes que de la educación sexual".
Arrondo ha considerado que el hombre ha cambiado mucho en los últimos años a la hora de aceptar sus problemas sexuales. "Hasta hace poco tiempo el hombre ni siquiera era consciente de su debilidad sexual; si no funcionaba bien, entendía que eso era lo normal y no se le pasaba por la cabeza acudir a un especialista", ha señalado. Ahora sí que piden ayuda, aunque "todavía falta algo importante y es que acudan con sus parejas", ha afirmado Arrondo, que ha destacado que "es curioso" que, cuando se trata de problemas relacionados con la orina, un 85 % de los pacientes acuden a la consulta acompañados, pero, cuando es una disfunción eréctil o una eyaculación precoz, acuden solos en el 85 % de los casos.
Al respecto, ha asegurado que, por lo visto en sus 33 años de experiencia profesional, existen tres clases de mujeres, la primera de ellas "la pasota", que, cuando su marido tiene problemas, "no viene a la consulta, o viene pero no participa porque en el fondo se le ve aliviada ante una posible ausencia de relación sexual a futuro". También están "la reivindicativa", que "arrastra a su pareja a la consulta y lejos de ayudarle lo que hace es humillarla y dificultar las soluciones", y "la colaboradora", que "es la ideal, porque entiende que no hay culpables y que entre ambos pueden solucionar el problema".
Arrondo se ha mostrado muy preocupado ante la creciente falsificación de fármacos que potencian la capacidad sexual y ponen en serio peligro la salud del consumidor. "Muchos de ellos desconocen que detrás de una impotencia se esconden otros problemas de salud muy serios, por tanto ante cualquier anomalía es imprescindible consultar con un especialista", ha subrayado.
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