En la desescalada hay una figura fundamental para controlar los nuevos contagios de coronavirus que son la del rastreador. Son personas que se dedican a investigar los casos positivos, y a estudiar su entorno para saber a qué personas han podido infectar. El objetivo es evitar la propagación del virus.
La clave en la desescalada para controlar el virus es, según los expertos tener capacidad para identificar los casos y seguir a los contactos estrechos del positivo en coronavirus.
El objetivo es evitar la propagación por lo que hay que hacer una buena entrevista y un buen cuestionario para saber si esa persona debe hacer cuarentena.
Por eso los ya conocidos como rastreadores son imprescindibles en estas fases de desescalada del coronavirus ya que no hay un plan común en toda España, las Comunidades Autónomas se están reforzando ahora para poder llevar a cabo esta tarea.
Y cada comunidad lo hace de diferente manera. En Asturias se ha empezado este lunes con la vigilancia donde 30 profesionales estudiarán el entorno de los infectados. En Galicia, por ejemplo, lo realiza a través de una plataforma tecnológica y en Andalucía unas 400 personas se dedican solo a esto.
En el mundo
China, Corea del Sur, Reino Unido o Bélgica son algunos de los países que cuentan con esta figura para intentar cortar esa cadena de transmisión del coronavirus. Los detectives privados se ofrecen para desempeñar este papel.
