Según los últimos datos sobre la incidencia del ictus en la población, una de cada seis personas pueden sufrir esta enfermedad a lo largo de su vida. Basándose en esta estadística, la Sociedad Española de Neurología ha lanzado la campaña "1de6" (www.1de6.es) con el objetivo de informar y sensibilizar a la población de esta enfermedad.
Lo cierto es que el ictus se ha situado como una de las principales causas de muerte entre las mujeres y por ello, seguir unos habitos de vida saludables es esencial para prevenir su aparición. El ejercicio moderado y el control del peso y los niveles de tensión y colesterol son algunos de los factores clave.
En el acto de presentación de la campaña, conducido por Nieves Herrero, se reprodujo el documental "Ictus, un terremoto emocional". Narra la historia de Isabel Palomeque, una enfermera obligada a dejar su trabajo cuando sufrió un ictus.
Gracias a su esfuerzo y lucha contra él, hoy en día puede dedicarse a su gran pasión, el baile. “A pesar de haber sufrido un ictus y de las secuelas que me ha dejado la enfermedad, para mí lo positivo es que hoy en día soy una persona inmensamente feliz”, asegura Isabel.
Tanto su ejemplo como el del actor Juan Luis Galiardo, galardonado este año con el Premio Ictus anual, tratan de animar a los pacientes a afrontar la enfermedad con valentía, entereza y con la esperanza de ver que hay vida después del ictus.
Las primeras horas después de sufrir un ictus son fundamentales
Durante el acto, el Dr. Jaime Masjuán, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, destacó la importancia de que las Comunidades Autónomas se impliquen más en el tratamiento de esta enfermedad.
Según el último estudio, cada hora que pasa desde que la persona sufre un ictus, sería equivalente a un envejecimiento cerebral de cuatro años. Por ello, los doctores denuncian que la falta de un sistema de atención al ictus bien organizado y la carencia de recursos adecuados, hace que la mayoría de los casos en España no se beneficien de estas ventajas.
Cantabria, Asturias y Navarra son las únicas Comunidades Autónomas que actualmente cumplen con el objetivo de tener una cama de Unidad de Ictus por cada 100.000 habitantes.
