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le reconstruyeron una separación completa de columna vertebral y la pelvis

El joven operado por el doctor Cavadas, "sin dolor" y "con muchos planes": "No me rendí y ahora puedo lograr muchas cosas"

Wilmer explica que "los doctores de Guatemala y Estados Unidos decían que mi caso no tenía solución. No imaginaba encontrar a la persona que me salvaría de tanto dolor", hasta que contactó con Cavadas.

El joven Wilmer Arias, operado en el Hospital de Manises por el doctor Pedro Cavadas y su equipo para reconstruirle una separación completa de columna vertebral y la pelvis, se recupera "sin dolor" y es capaz de estar sentado, por lo que se ha mostrado esperanzado y con "muchos planes de futuro", entre ellos, volver a sus estudios universitarios: "No me rendí y ahora puedo retomar lo que hacía y lograr muchas cosas más".

Así lo ha manifestado durante una rueda de prensa en el hospital valenciano, donde se han explicado los detalles de la intervención a este joven guatemalteco de 28 años, que recibió una bala perdida en el cuello mientas jugaba en una calle de su país junto a sus primos cuando tenía nueve años, y como consecuencia, quedó tetrapléjico. Su situación empeoró con úlceras por todo el cuerpo, la más grave, en la zona del sacro.

El joven trabajaba en el campo desde los siete años e iba a la escuela cuando sufrió un accidente. "Estaba jugando a los nueve años junto a mis primos cerca de casa cuando una bala perdida atravesó mi cuello", ha explicado. Tras dos meses y medio en coma y después de una cirugía, debido a su inmovilización, empezó a desarrollar úlceras en diferentes zonas de su cuerpo, la más grave en el área sacra, que no curó y empeoró con el tiempo.

Mientras, empezó a estudiar Administración y Dirección de Empresas en Guatemala, hasta que las cosas se tornaron "más complicadas"."No podía ni acostarme boca arriba, tenía mucho dolor", ha explicado. Finalmente, los doctores le dijeron que tenía que hacer "reposo total", y abandonó los estudios durante dos años.

"Los doctores de Guatemala y Estados Unidos decían que mi caso no tenía solución. No imaginaba encontrar a la persona que me salvaría de tanto dolor", hasta que contactó con Cavadas a través de una enfermera española, Marta, que "trabaja mucho" en su país.

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