Sanidad y medioambiente
España enfrenta el dilema de los inhaladores contaminantes que afectan a pacientes y al Planeta
Alrededor del 10% del impacto en la huella de carbono del sistema sanitario se debe al uso de los inhaladores presurizados, los más comunes en pacientes con enfermedades respiratorias, por ello sanidad reducirá su prescripción.
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En España, el número de enfermedades respiratorias ha mostrado un aumento en las últimas décadas, influenciado por factores como el envejecimiento de la población, la contaminación ambiental y el tabaquismo. Según el informe del Ministerio de Sanidad de España, las enfermedades respiratorias, incluyendo la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma, han aumentado notablemente. Además, la pandemia de COVID-19 ha impactado en la salud respiratoria, alterando la atención y el diagnóstico de estas condiciones.
Los inhaladores que se utilizan tanto para el asma como el EPOC son medicamentos recetados muy a menudo y cada vez son más las personas que los necesitan. Los propelentes hidrofluorocarbonados (HFC) que contienen los actuales inhaladores de cartucho presurizado (pMDI) contribuyen al calentamiento global como gases de efecto invernadero. En nuestro país, alrededor del 52% de los inhaladores utilizados son pMDI, con una media anual de 15 millones de unidades vendidas, lo que se traduce en la emisión de aproximadamente 400.000 toneladas equivalentes de CO2 anuales.
Inhaladores contaminantes
Uno de los grandes retos en el sistema sanitario es el cambio climático y los efectos que tiene sobre la salud. Por ello se está trabajando en la incorporación de medicamentos y material sanitario sostenible.
Sanidad ha presentado con este motivo una guía de recomendaciones sobre prescripción sostenible de inhaladores. Hay varios tipos de inhaladores: los de polvo seco y niebla fina, con un impacto medioambiental mucho menor; y los de cartucho presurizado, que suponen un peligro mucho mayor para el medio ambiente, casi un 10% de impacto en carbono del sistema sanitario se debe a su uso.
Parece una contradicción recetar este último a pacientes con problemas respiratorios que son sensibles a la calidad del aire y los efectos de la contaminación. Pero lo cierto es que se están recetando sin tener esto en cuenta y son altamente perjudiciales. Por ello desde el ministerio pretenden realizar una transición ecológica centrada en el paciente.
"Lo mejor clínicamente es lo mejor medioambientalmente"
Para proteger a los pacientes es importante mantener un ecosistema limpio de contaminación, por eso la guía pretende que los médicos prioricen aquellos inhaladores con menor impacto medioambiental en los diagnósticos, poniendo atención en el momento del cambio de inhalador .
Las medidas se centrarán sobre todo en los nuevos diagnósticos y será fundamental informar a los pacientes de los riesgos de las diferentes opciones a su disposición. Uno de los problemas es el constante choque entre lo que es mejor para el paciente y lo que es mejor para el sistema, como han asegurado desde el ministerio, esta es una de las muchas decisiones que pretenden aplicar para conseguir un sistema sanitario mucho más sostenible .
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