Salud
Un estudio revela cómo debe ser la siesta para prevenir las arritmias
La investigación encabezada por Jesús Díaz-Gutiérrez, cardiólogo del hospital Juan Ramón Jiménez, revela que una siesta corta, inferior a 30 minutos al día, tendrá un menor riesgo de desarrollar la arritmia cardíaca, conocida como fibrilación auricular
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La siesta es una costumbre ya ampliamente extendida en España y practicada, cada día, por la mayoría de la población. Una costumbre, que para bien o para mal, puede tener efectos en nuestra salud. El cardiólogo Díaz-Gutiérrez, asegura, en su estudio, que aunque "es necesario un tiempo de reposo y descanso en mitad del día, tras el almuerzo", los patrones del sueño "pueden influir en la salud cardiovascular de las personas".
De hecho, las siestas demasiado largas, que tengan como objetivo compensar la falta de sueño, no son un hábito saludable. Por eso mismo, la recomendación principal es, mejorar la calidad del sueño nocturno, para que de esta manera, la necesidad de dormir una siesta no sea tan grande y se pueda hacer más corta.
El estudio refleja el peso que, cada vez más, coge este hábito en la salud cardiovascular, dejando claro que un excesivo tiempo de sueño puede llevar a "la interrupción del rimo cardíaco normal o a un sueño nocturno más corto, lo que también se asocia a mayor riesgo cardiovascular y mortalidad", explica Díaz-Gutiérrez. Una siesta corta, y un sueño nocturno de entre seis y ocho horas, repercutirá favorablemente en la salud, disminuyendo el riesgo de sufrir una fibrilación auricular.
Es importante cuidar el descanso nocturno
No solo es importante cuidar la siesta y su duración. El descanso nocturno es crucial para la salud. El investigador, profundiza y recomienda a todos aquellos que tengan problemas para conciliar el sueño, no caer en la tentación de la siesta prolongada, si no probar otras alternativas, como emplear unas horas de desconexión y relajación antes de irse a dormir, sin hacer ejercicio físico o trabajar en ese período de tiempo. Importante también, evitar las pantallas de los dispositivos en los momentos previos al descanso nocturno.
Jesús Díaz-Gutiérrez, cuenta como, aunque ya había estudios previos sobre la relación entre el sueño y la salud cardiovascular, no se había investigado específicamente la siesta. Es así como nació, en 1999 el proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), encabezado por el departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, contando ya con más de 20.000 personas para el estudio, a las que se les realizó un seguimiento prolongado en el tiempo respecto a sus hábitos de vida, datos y aspectos sociodemográficos.
Cabe destacar que la siesta prolongada, no es la única perjudicial para la fibrilación auricular, sino que factores como el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o el tabaquismo, entre otros, también tienen una repercusión negativa.
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