La prohibición de encenderse un cigarro en los locales públicos se mantendrá. Sanidad analizará la ley y si hace algún cambio será para preservar más aún la salud de los ciudadanos.
Los responsables sanitarios están satisfechos con las cifras que ha cosechado la ley este primer año: hay 600.000 fumadores menos y los infartos de miocardio han descendido un 10 %: Además, los casos de asma infantil por inhalación de humos nocivos han caido un 15%.
La otra versión la dan tabacaleras y hosteleros. Los hosteleros cifran en más del 15% las perdidas registradas en los bares y la venta de tabaco ha descendido un 17%. Esto significa que 500 millones de cajetillas se han quedado en las estanterías.
Para evitar las pérdidas, los dueños de los bares reparten mantas a sus clientes en las terrazas para que puedan consumir pese al frío. En muchas de ellas también se pueden ver unas enormes estufas para caldear el ambiente.
La ley seguirá firme pese a quien pese.