Un padre cuida de su bebé

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ESTUDIO EN MÁS DE 40 MILLONES DE NIÑOS NACIDOS VIVOS

Los hijos de hombres mayores tienen más riesgos de sufrir problemas físicos y mentales

Además del riesgo de nacimiento prematuro, bajo peso al nacer y problemas respiratorios, los pequeños tienen más probabilidad de desarrollar problemas de salud física, mental y de conducta a lo largo de su vida. También hay más complicaciones para las madres de estos bebés durante el periodo de gestación.

A las mujeres se les recuerda constantemente el tictac de sus relojes biológicos y los riesgos que conlleva tener hijos más tarde en la vida, tanto en términos de salud materna como infantil, y la capacidad de concebir un bebé. Pero en la mayoría de los casos, los hombres no reciben las mismas advertencias.

Un nuevo estudio publicado en la revista 'BMJ' sugiere que los hombres también podrían tener relojes biológicos a los que vale la pena prestar atención. Los bebés nacidos de padres mayores, indica el estudio, pueden ser más susceptibles a problemas de salud, como nacimiento prematuro, bajo peso al nacer y problemas respiratorios. Y las mujeres que tienen hijos con hombres mayores también pueden tener mayores riesgos de salud, especialmente la diabetes gestacional.

"Desde un punto de vista evolutivo, estamos acostumbrados a la reproducción al final de la adolescencia, a principios de los veinte años", señala el doctor Michael Eisenberg, coautor del estudio y director de medicina reproductiva masculina y cirugía del Centro Médico de la Universidad de Stanford. "Cualquier cosa más allá de eso puede tener algún riesgo biológico potencial asociado con ello".

Mucho se ha hablado de los problemas de salud asociados con los 'embarazos geriátricos', como las mayores probabilidades de parto prematuro, el bajo peso al nacer, la diabetes gestacional y la presión arterial alta para la madre, que pueden afectar el desarrollo infantil y provocar complicaciones. Sin embargo, Eisenberg y sus compañeros decidieron investigar si algo similar ocurría con los hombre que retrasaban la edad de paternidad.

Utilizando datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de Estados Unidos analizaron los más de 40 millones de nacidos vivos que ocurrieron entre 2007 y 2016 y clasificaron a los padres de estos bebés en cinco grupos de edad -menores de 25, 25-34, 35-44, 45-54 y mayores de 55 años-, analizando las medidas de salud infantil dentro de cada una de estas categorías.

Después de tomar en cuenta cosas como la edad de la madre y la información demográfica y de salud de los padres, los investigadores notaron una asociación entre la edad paterna y la probabilidad de problemas de salud tanto del niño como de la madre. Las asociaciones significativas comenzaron a surgir alrededor de los 45 años, y los datos sugieren que cuanto mayor es el padre, mayores son los riesgos.

En comparación con los bebés nacidos de hombres de 25 a 34 años, los bebés con papás mayores de 45 años tendían a pesar menos y tenían un 14% más de probabilidades de nacer prematuramente. Los bebés nacidos de hombres mayores de 55 años también tendían a tener una puntuación más baja en la prueba de Apgar, una medida de la salud del recién nacido que evalúa cosas como la frecuencia cardíaca, la respiración y los reflejos. Estos bebés también tenían un 10% más de riesgo de necesitar asistencia respiratoria y un 28% más de probabilidades de ser admitidos en la unidad de cuidados intensivos neonatales.

Las mujeres con parejas mayores de 45 años también tenían un 28% más de probabilidades de desarrollar diabetes gestacional, en comparación con las mujeres con parejas de 25 a 34 años, según la investigación.

El nuevo estudio se une a investigaciones anteriores que han vinculado la mayor edad paterna con problemas de salud mental y de conducta en niños, como el autismo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el trastorno bipolar. Aunque las razones de estas asociaciones, así como las que se detallan en el nuevo documento, no están del todo claras, podrían tener algo que ver con mutaciones genéticas espontáneas que ocurren a lo largo de la vida de un hombre, sugiere la investigación.

Los hombres están continuamente produciendo esperma, explica Eisenberg, lo que significa que sus células se están dividiendo y renovando constantemente. Ocasionalmente este proceso sale mal, llevando a aproximadamente dos mutaciones genéticas al azar cada año. Cuanto más mayor es un hombre, más mutaciones acumula con el tiempo, y mayores son sus posibilidades de transmitir una mutación dañina, dice Eisenberg. Los hombres mayores también podrían haber experimentado más cambios epigenéticos, o modificaciones al ADN causadas por el ambiente o el estilo de vida que los hombres más jóvenes, agrega.

Eisenberg subraya que el riesgo absoluto de problemas de salud infantil sigue siendo pequeño, incluso si la probabilidad aumenta con la edad paterna. Compara las probabilidades con comprar billetes de lotería: Tus posibilidades mejoran si compras dos, pero aún así es una posibilidad remota.

Sin embargo, Eisenberg dice que la acumulación de pruebas sugiere que los hombres deben pensar cuidadosamente acerca de cuando tienen hijos: "La mayor parte del riesgo de ser un padre mayor probablemente se aplica más a las mujeres que a los hombres, pero esto demuestra que no hay que olvidar al hombre".

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