Salud

Los hombres mueren antes y las mujeres enferman más

El hecho de ser hombre o mujer, puede condicionar nuestra duración de vida y su calidad de vida, según un estudio publicado por la prestigiosa revista The Lancet Public Health. Además intervienen otros factores como como la raza, la situación socioeconómica, la edad o la orientación sexual.

Un hombre y una mujer mayores

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Pero lo llamativo del estudio, realizado por una universidad estadounidense, es que una de las conclusiones es que los hombres experimentan un mayor grado de pérdida de salud y tienen una carga más elevada de enfermedades que abocan a una muerte prematura. Destaca sobre todo las lesiones por accidentes en carretera o los problemas cardíacos.

Las mujeres, por su parte, sufren mucho más patologías que conducen a una mala salud y merman la calidad de vida. Entre ellas, subraya el estudio se encuentra el dolor lumbar, depresión y la ansiedad. Los autores de este artículo alertan de que estas divergencias en resultados en salud entre hombres y mujeres implican "necesidades de salud diversas "y enfatizan la "necesidad urgente" de políticas de salud basadas en la edad y en el sexo.

En el mundo, la esperanza de vida de las mujeres al nacer es de 74 años y la de los hombres, 69 —en concreto, en España es 86 y 80, respectivamente—. Somos uno de los países con mayor longevidad, el mayor de Europa según algunos estudios. En nuestro país y recabando datos del INE para 2023, la población de España con mayor esperanza de vida es Majadahonda, en la Comunidad de Madrid, con una media de 85,4 años.

Este municipio, que cuenta con unos 72.000 habitantes, se caracteriza por tener una alta renta per cápita, una baja tasa de paro y una buena calidad de vida. Además, sus vecinos disfrutan de un entorno natural , con amplias zonas verdes y una buena red de transporte público.

La adolescencia

El género, dice el estudio, es importante ya que también hay que apelar a nuestros hábitos y entrono social. Así, los roles y comportamientos socialmente atribuidos a hombres y mujeres y personas de género diverso, moldean la salud. La comunidad científica, más allá de las cifras de mortalidad, intenta explorar las diferencias en el impacto en salud.

"La mayoría de las enfermedades", señala el estudio, "que afectan desproporcionadamente a mujeres u hombres, como los trastornos depresivos, los trastornos de ansiedad y las lesiones en la carretera, comienzan a diferenciarse en la adolescencia. Las investigaciones existentes sugieren que este período coincide con una edad crucial en la que las normas y actitudes de género se intensifican y la pubertad remodela las autopercepciones", reflexionan los autores.

"Los hallazgos de nuestra investigación revelan diferencias sustanciales en la salud global entre mujeres y hombres, con poco progreso para reducir estas diferencias de salud entre 1990 y 2021", añaden los autores. Las tasas de años de vida sana perdidos debido a la enfermedad fueron más elevadas en los hombres en 13 de las 20 patologías analizadas: la covid o la cardiopatía isquémica, afectó mucho más a ellos que a ellas. Por el contrario en las mujeres fueron -además del dolor lumbar, la depresión y la ansiedad- se incluyen también las cefaleas, la ansiedad, los trastornos musculoesqueléticos, la demencia y el VIH.

En este aspecto el estudio señala que "históricamente, la atención prestada a la salud de las mujeres se ha centrado en gran medida en cuestiones sexuales y reproductivas que, aunque cruciales, no abarcan todo el espectro de problemas de salud que afectan a las mujeres a lo largo de su vida. Las enfermedades no transmisibles que afectan con mayor frecuencia a las mujeres siguen sin tener prioridad en la financiación de la investigación, en la literatura científica y, más notablemente, en la planificación de los sistemas de salud". Los científicos admiten que el estudio tiene limitaciones, como que las estimaciones y los datos empleados y no se puede analizar ni estimar el impacto en salud para grupos con diversidad de género o sexo diverso.

El estudio, que analizó datos de 1990 a 2021, no ha encontrado grandes avances para acortar esta brecha en salud entre hombres y mujeres. Sí ha habido una disminución global de años de vida sana perdidos por mala salud o muerte prematura en algunas dolencias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la cardiopatía isquémica, los ictus o la tuberculosis, que suelen afectar más a los hombres. Sin embargo, la brecha de salud entre ellos y ellas, "han persistido y, en algunos casos, se han ampliado en determinadas enfermedades".

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