Las imágenes de un feto tapándose la cara alertan del riesgo de fumar durante el embarazo

Decir que fumar durante el embarazo es perjudicial para el bebé no es ninguna novedad. Estos niños suelen nacer con un peso inferior, lo que podría provocar que los pulmones, al ser más pequeños, no estén preparados para funcionar por sí mismos y además tienen más probabilidades de padecer trastornos de aprendizaje.

Ahora, médicos de la Universidad británica de Durham han demostrado los efectos del tabaco sobre los bebés en el útero materno a través de una serie de ecografías. Una en las que el bebé que sale es de una madre fumadora y otra que no. El primero mueve mucho más la boca y se toca la cara con más frecuencia que el segundo.

La doctora Nadja Reissland realizó ecografías en 4D a 20 mujeres embarazadas que fumaban una media de 14 cigarrillos diarios. Esa ecografía se repitió en las semanas 24, 28, 32 y 36 y se pudo comprobar cómo los bebés de las madres que fumaban tenían mucho más movimiento que los de las no fumadoras, y se movían y se tapaban la cara como si algo les molestara.

Según los expertos, estos movimientos deberían reducirse según va creciendo el niño y se acerca el momento de dar a luz.

El objetivo de difundir estas imágenes es claro: mostrar que el tabaco en el embarazo puede llegar a perjudicar el desarrollo del sistema nervioso del pequeño y mentalizar a las madres del daño que pueden hacer a sus bebés.

Además, el equipo que practicó el estudio recuerda que fumar durante este período está relacionado con un incremento del riesgo de parto prematuro, con problemas respiratorios en el bebé e incluso con la muerte súbita.