Tecnología

'Juande', el robot que ayuda a los niños con problemas motores

La motivación de los pequeños al jugar con 'Juande' hace que se impliquen más en sus sesiones.

Leo, ejemplo de éxito de la terapia con 'Juande'

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El proyecto de robot 'Juande' nace en el Centro de Atención Infantil Temprana del Hospital San Juan de Dios de Sevilla para ayudar a los niños y niñas con problemas motores. Las terapias con este robot social contribuyen a la mejora de los trastornos motores que presentan los pacientes de 0 a 6 años. Este proyecto diseñado por y para los más pequeños es capaz de medir avances a través del juego debido a su sistema basado en Inteligencia Artificial.

'Juande', a la vez que interactúa con los más pequeños, permite medir el grado de mejora en los movimientos a través de ejercicios y coreografías. Los niños imitan sus movimientos y el robot registra el grado de mejoría en cada paciente. La motivación de los pequeños al jugar con él hace que se impliquen más en las sesiones, lo que revierte en su propio progreso.

El caso de Berta

Antes de nacer, aún en el útero materno, Berta sufrió un ictus. Ahora tiene cinco años y desde que acude al CAIT de Sevilla, la hemiparesia que le afecta a la movilidad del brazo derecho ha mejorado notablemente. Este robot, a quien las especialistas han bautizado con el diminutivo del nombre del fundador de la Orden, le hace bailar y ejercitarse mientras ella cree que sólo está jugando. Berta ha creado algo muy cercano a un vínculo con él, y espera las sesiones con una ilusión desbordante.

El de Berta es uno de los cientos de casos que puede atender 'Juande'. Los usuarios que presentan problemas motores, como parálisis o problemas articulares o de movimiento, pueden beneficiarse de esta tecnología cuyo software ha diseñado la empresa Inrobics.

La coordinadora del CAIT de Sevilla y artífice del proyecto en Andalucía, Rocío Carrasco, nos cuenta cómo es posible que un robot con forma de humanoide haya causado esta revolución en la atención pediátrica. "Nuestro paciente es de muy corta edad, lo que implica unas condiciones peculiares en terapia", explica y añade: "Necesitábamos una tecnología que fuese capaz de medir el avance en la movilidad y por ello precisábamos un software que permitiera hacer la medición dinámica a través de ejercicios o de coreografías con los pequeños". A partir de ahí se inició una alianza entre la Obra Social de San Juan de Dios de Sevilla y la empresa de salud digital Inrobics enfocada al sector de la rehabilitación y promoción de la calidad de vida de las personas.

Otro ejemplo es el caso de Leo, que sufre piel de mariposa. "Tiene muchísimos juegos", nos cuenta. "Lo notamos en todo, el lenguaje, el movimiento, su forma de estar...", explica su terapeuta. La madre de Leo describe las emociones de su hijo cuando vio por primera vez a 'Juande' y cómo le podía ayudar: "Descubrió los movimientos que hacía y cómo tenía que imitarlos..." . Fue amor a primera vista.

Mantiene conversaciones con los niños

Desde Inrobic, José Carlos Pulido señala que esta tecnología se diseña a medida de las necesidades de los niños con problemas motrices. 'Juande' llama a los pacientes por su nombre y puede mantener con ellos una conversación cercana y adaptada a sus circunstancias, eso lo "humaniza". "Se trata de una interacción a tres bandas: niño, terapeuta y 'Juande'" puntualiza la coordinadora de Atención Temprana Rocío Carrasco.

Las posibilidades de este peculiar terapeuta son muchas. La motivación y estimulación que genera entre los más pequeños hacen que puedan trabajar más repeticiones en los movimientos, y esto revierte en la mejora de las dificultades que plantean. Pero ya hay otros objetivos en mente, la versión digital de 'Juande', "esa que puedan activar los profesionales en las tablets de los pacientes y permita que los niños continúen en sus casas con su rehabilitación", puntualiza José Carlos Pulido.

A principios de 2024, gracias a los Fondos Next Generation, 'Juande' llegó a los cinco Centros de Atención Infantil Temprana que la Orden tiene en Andalucía en los hospitales San Rafael, en Granada; San Juan Grande, en Jerez de la Frontera; San Juan de Dios en Córdoba; y los dos centros de Sevilla. Juntos atienden a más de 2.000 pequeños pacientes al mes con trastornos o dificultades en el desarrollo.

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