Muchas dosis de la vacuna que sobran se terminan desechando. Los sanitarios advierten que esta situación se debe a la falta de protocolos de actuación, y son muy pocas las comunidades que tienen una guía clara.
España cuenta actualmente con más de un millón de dosis disponibles del tratamiento contra el coronavirus, al tiempo que más de 966.000 ya han sido administradas, un 84,5% del total.
El problema a la hora de abrir los viales que contienen el tratamiento es la cuenta atrás. Una vez destapados, los profesionales tienen unas pocas horas para administrar la vacuna contra el coronavirus.
Las dosis sobran por muchos motivos, pero los principales son problemas de salud inesperados o bajas de última hora entre residentes o sanitarios, grupos prioritarios por el momento.
Un ejemplo lo encontramos en Cataluña, donde el 11% del personal sanitario ha rechazado la recepción del tratamiento contra el coronavirus.
Sobre esto, Amos García, presidente de la Asociación Española de Vacunología exige tener una lista alternativa para que rápidamente se lleve la dosis "a una persona localizada y se aproveche la dosis".
Los protocolos de algunas comunidades autónomas
Son sólo unas pocas comunidades las que han manejado por su cuenta distintas estrategias para solucionar el problema de las dosis sobrantes.
En su lucha contrarreloj, Cantabria cuenta por ejemplo con una lista de suplentes que recibirán la vacuna contra el coronavirus en caso de que sobren dosis.
Otra de las comunidades que guarda un comodín bajo la manga es Aragón. La Comunidad ha decidido desviar las dosis sobrantes al personal de centros de salud, con el fin de explotar al máximo la campaña de vacunación contra el coronavirus.
Cataluña, por su parte, recomienda no abrir ningún vial en caso de que no haya personas suficientes para recibir el tratamiento.
Teresa Vilella, enfermera voluntaria en Barcelona, es una de las encargadas de administrar la vacuna contra el coronavirus a los grupos de prioridad.
Sus órdenes son claras, aprovechar todas las dosis. "Si solo queda un trabajador no abriremos un vial y se programa para la próxima vez que acudamos a un centro", cuenta la enfermera a Antena 3.
En caso de que hayan sobrado dos dosis y tengan que desplazarse a otro centro, el reloj juega en su contra. "No empezamos con esas dos dosis. Lo que sobra, se tira", lamenta.
La cadena de conservación, la clave del aprovechamiento de las vacunas
Para sacar el máximo jugo a la campaña de vacunación y evitar desechar las dosis sobrantes, la clave se encuentra en la conservación del tratamiento anticovid.
Para ello, el primer paso es albergar los viales de Pfizer contra el coronavirus a su temperatura correspondiente, -70ºC.
Una vez llegan a los centros de vacunación, bastará con guardar las vacunas en frío de nevera, entre 2 y 8 grados positivos. Eso sí, sólo aguantarán a esa temperatura durante un periodo de 5 días.
Además, una vez abiertos, tienen un tiempo máximo de 2 horas. Una vez pasen, la dosis quedará inválida.
La otra cara del aprovechamiento de las vacunas contra el coronavirus
Mientras algunas comunidades desechan las dosis sobrantes del tratamiento contra el coronavirus, otras deciden explotar al máximo su aprovechamiento.
Es lo que está ocurriendo en la ciudad autónoma de Melilla o en Canarias, con porcentajes superiores al 100% en el ritmo de vacunación en España.
El motivo de su éxito se debe a que sacan 6 vacunas contra el coronavirus de cada vial y no 5, como ocurre en el resto de territorios.