Margarita del Val, viróloga e investigadora del CSIC, explica que, aunque la seguridad de la vacuna de AstraZeneca está ahora bajo la lupa hay que ser precavidos antes de llegar a una conclusión. "Todos somos mortales y la gente se muere", señala al respecto, y añade: "Por eso, es importante saber si lo que ha sucedido con las trombosis ha ocurrido solo con personas que se han vacunado o si es la misma proporción que ya hay en la población natural". En cualquier caso, considera que es positivo que se haya parado la vacunación para este estudio porque se va a vacunar a un gran porcentaje de la población mundial.
Por otro lado, aclara que lo que se llaman "efectos secundarios" de la vacuna, que están sufriendo mayoritariamente las personas jóvenes a las que se ha administrado la vacuna de AstraZeneca, son en realidad efectos de la inmunización y explica que con todas las vacunas sucede que los jóvenes sufren una mayor reacción.
Este es el motivo: "Lo primero que hace el sistema inmunitario es reconocer que allí ha habido una cierta agresión y lanzar una inflamación para que el sistema inmunitario vaya a ver qué es eso. Una vez que concluyen que es algo que no habían visto nunca, se activa y se entrena. Esa inflamación inicial, que dura dos o tres días, es más potente en los más jóvenes y hay muchas diferencias de unas personas a otras".
Esfuerzo para no aumentar los contagios
La viróloga Margarita del Val también pide que se mantengan las precauciones y esfuerzos para que los contagios de coronavirus sigan estando bajos para dar tiempo a que las personas más vulnerables puedan estar vacunas. Por ello, se alegra de las restricciones acordadas para el puente de San José y Semana Santa y pide que se tenga paciencia: "Puede haber hasta un 45% de la población española con enfermedades crónicas".
En cualquier caso, se muestra optimista: "Tenemos que lograrlo y sabemos cómo hacerlo, somos de los países de Europa que más drásticamente bajamos las oleadas y las sabemos mantener".