Uno de cada cinco alimentos que consumen cada día los españoles han sido elaborados con ingredientes procesados. La mayoría de ellos tiene un exceso de aditivos y potenciadores del sabor. Estas características los hacen especialmente atractivos para el paladar.
La nutricionista Elisa Bázquez sostiene que "nuestro cerebro reconoce las grasas y los azúcares como algo hipercalórico y muy nutritivo, así pide su consumo al cuerpo". Además, son productos alimentarios con un nexo en común: todos contienen azúcar, sal y grasas. Estos ingredientes producen "un estímulo de la dopamina, que es un neurotransmisor muy vinculado a las adicciones".
Precisamente, el ser humano desde sus inicios ha preferido alimentos que comparten características con los ultraprocesados actuales. El dietista Luis Alberto Zamora informa que "siempre hemos buscado los alimentos que son dulces o grasos por pura supervivencia ya que eran los que más energía te daban".
Por por esta razón el humano empezó antes a comer fruta -que lleva azúcar- que setas. Luego poco a poco la evolución ha ido añadiendo alimentos más proteicos o con más cantidad de grasa", cuenta Zamora.
En su justa medida y de manera puntual, los expertos en nutrición recuerdan que los ultraprocesados no son perjudiciales para la salud. El problema de las altas tasas de obesidad en España -el 53% de la población está por encima de su peso ideal- lo atribuyen a la falta de educación en salud y el bajo precio y la fácil accesibilidad de este tipo de productos.