Cáncer
Una madre detecta el cáncer cerebral de su hija tras notar un síntoma ignorado por los médicos
Catherine Owens insistió en realizar pruebas a su hija Gracelyn, de dos años, a pesar de que los médicos atribuyeran sus síntomas a alergias y calambres.
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Catherine Owens, una madre de 29 años de Luisiana, se convirtió en la clave para el diagnóstico del cáncer cerebralde su hija Gracelyn, de dos años. Owens notó que la pequeña sufría fatiga extrema, dolores de cabeza frecuentes y episodios de vómitos, pero los médicos desestimaron los síntomas en varias ocasiones, atribuyéndolos a "calambres en el cuello" o "alergias estacionales".
Incluso tras una visita al hospital por vómitos y preocupación por una posible conmoción cerebral, los profesionales enviaron a la familia a casa, asegurando que no había nada grave. Sin embargo, cuando Gracelyn comenzó a tener problemas de control para ir al baño, Owens decidió no rendirse. "Sabía que algo no estaba bien con mi hija", ha afirmado la madre a 'Today.com'.
El diagnóstico
Ante la insistencia de Owens, los médicos finalmente accedieron a realizar una tomografía, que reveló la presencia de dos masas en el cerebro de Gracelyn. En un principio, se diagnosticaron como sacos llenos de líquido, pero una resonancia magnética más detallada realizada en el St. Jude Children’s Research Hospital confirmó que se trataba de un ependimoma de grado dos, un tipo de tumor cerebral.
Este tipo de tumor afecta anualmente a unos 250 niños en Estados Unidos, especialmente a menores de ocho años. Los síntomas incluyen dolores de cabeza persistentes, náuseas, fatiga y problemas de equilibrio. El tratamiento principal es la cirugía para extirpar el tumor, aunque en algunos casos puede ser necesaria la quimioterapia y la radioterapia.
La cirugía
En diciembre de 2023, Gracelyn fue sometida a una cirugía de nueve horas para extirpar la mayor parte del tumor. Aunque los médicos lograron un avance significativo, no pudieron eliminarlo completamente. Posteriormente, Gracelyn inició un tratamiento de radioterapia con más de 20 sesiones.
La operación dejó bastantes secuelas. Gracelyn perdió la visión de un ojo y la audición del oído derecho debido a un daño nervioso, aunque los médicos aún no saben si estas condiciones serán permanentes. Más tarde, tuvo que someterse a otra intervención cuando uno de los tornillos utilizados en la cirugía comenzó a salirse por debajo de la piel.
A pesar de las complicaciones, Gracelyn está actualmente en casa y no necesita tratamientos adicionales, aunque sigue bajo estricta vigilancia médica con chequeos regulares.
Su neurocirujano, el Doctor Nir Shimony, ha reconocido la importancia de Owens en la detección de síntomas para lograr un diagnóstico correcto. Sin embargo, ha advertido que no todos los dolores de cabeza en niños indican que se trate de un tumor cerebral. "Es importante buscar atención médica cuando los síntomas son persistentes o incluyen otros signos preocupantes", ha señalado.
Por su parte, Owens utiliza su experiencia para hacer que otros padres confíen en su intuición. "Sabía que algo iba mal con Gracelyn. Mi instinto me decía que no era normal", ha explicado.
Con un pronóstico favorable, Gracelyn continúa su recuperación, respaldada por el amor de su familia, que nunca ha dejado de creer en ella.
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