Riesgos de sonarse mal

Manual de los mocos: ¿Sonarse mal empeora el resfriado? ¿Crean adicción los sprays nasales?

Un médico especialista nos explica la adicción que pueden provocar los sprays nasales.

Entrevista a Alfonso del Cuvillo

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2025 llega pisando fuerte en cuanto a enfermedades respiratorias se refiere. Con la gripe en cabeza, su incidencia ha aumentado en la Atención Primaria hasta 49% respecto a los últimos días de 2024, y deja casi el doble de ingresos hospitalarios que en la última semana del año pasado. El frío, las reuniones en espacios cerrados son el caldo de cultivo perfecto para que los mocos y el resto de molestias de las enfermedades respiratorias aparezcan. Un complemento imprescindible de esta época del año son, sin duda, los pañuelos, pero ¿sabías que al sonarte, si no lo haces de forma correcta, puedes empeorar los síntomas de tu resfriado?

¿Recuerdas cuando de pequeño tu madre te colocaba el pañuelo de papel en la nariz y te decía: "sopla fuerte"? Pues ojo porque puede ser que no estuviésemos haciendo lo más indicado. La Universidad de Virginia ha realizado un estudio, que ahora publica Clinical Infectious Diseases, en el que se investiga el impacto de las diferentes formas de sonarse la nariz. Si inspeccionamos una nariz por dentro veremos que está revestida por una membrana mucosa rica en vasos sanguíneos que permiten calentar y humedecer el aire de forma rápida.

Las células de esa membrana mucosa producen mocos cuando esa mucosidad se mezcla con el polvo, los gérmenes o el polen que respiramos. Cuando estamos resfriados, la producción de mocos aumenta y necesitamos expulsarlo al exterior, pero ¡ojo!, con cómo lo hacemos. Para aclarar toda esta cuestión contamos con la ayuda de Alfonso del Cuvillo, Presidente de la comisión de Rinología, Alergia y Base de Cráneo Anterior de la SEORL-CCC.

El estudio de la Universidad de Virginia indica que cuando una persona se suena con fuerza, se genera una presión intranasal promedio de 66 mmHg capaz de empujar hasta 1 mL de moco viscoso y esto conlleva que se incremente el riesgo de obstrucciones e infecciones. "Un solo sonado de nariz puede propulsar el líquido viscoso hacia el meato medio, lo que puede contribuir a la obstrucción y posiblemente a infecciones sinusales" dice el estudio. Los riesgos más comunes que puede desencadenar que una persona se suene mal son:

  • Dolor de oídos, ya que cuando se ejerce demasiada fuerza, el aire puede ser empujado hacia las trompas de Eustaquio.
  • Sangrado nasal porque se pueden romper algunos capilares
  • Mareos, ya que si nos sonamos con mucha fuerza, el aire puede ser empujado hacia las trompas de Eustaquio y afectar la presión en el oído interno, por lo que se crea una sensación momentánea de inestabilidad. Aunque este hecho no suele ser grave, puede sentirse de forma más pronunciada en personas con infecciones de oído o problemas en el sistema vestibular.
  • Fracturas orbitarias, esta consecuencia es extremadamente inusual, pero es cierto que hay algunos casos en los que debido a la fuerza se han fracturado los huesos de la cavidad ocular.

El doctor Del Cuvillo puntualiza que "es un poco exagerado hablar de que sonándose mal la nariz se pueda empeorar un resfriado. Es cierto que al sonarse la nariz se ejerce una presión importante desde el aparato respiratorio para aumentar la mucosidad y ese aumento de la presión en la zona de las fosas nasales, y en toda la zona de lo que es la cabeza, puede suponer que se produzcan algunos síntomas desagradables para la persona, pero agravar un resfriado por sonarse mal la nariz es algo complicado. Lo que puede ocurrir es que se acumule más presión dentro de los senos paranasales, que son unas cavidades aéreas que están a lo lados de la nariz y esas cavidades están llenas de aire y moco. Entonces si aumenta la presión puede agravar en el sentido de empeorar el síntoma de congestión o de aumento de dolor de cabeza por la presión, es verdad que hay personas que se suenan muy exageradamente".

¡Cuidado! con los sprays nasales

Y ¿qué tenemos que hacer entonces para evitar cualquiera de estos problemas? El truco parece estar en no bloquear a la vez las dos cavidades nasales, es decir, tapar solo una fosa y que el soplido sea suave. Además, lo ideal sería alternar el sonarse con otro tipo de acciones para expulsar el moco, como pueden ser los lavados.

Y en este punto es donde tenemos que hablar de los irrigadores nasales, humidificadores o de inhalar vapor. Pero sobre todo, vamos a pararnos en los sprays nasales. Y es que en los últimos tiempos miles de personas han dicho ser adictas a los sprays nasales. Alfonso del Cuvillo nos explica que "los sprays nasales vasoconstrictores tienen una sustancia que se llama adrenérgica que reducen el calibre de las arterias que aportan la sangre a unas estructuras nasales que son las que cambian de volumen. Cuando hay más aporte sanguíneo tenemos esa sensación de congestión que es muy desagradable. Los sprays vasoconstrictores son muy eficaces a corto plazo, pero tienen un efecto perjudicial: pueden subir la presión arterial, pueden aumentar la frecuencia del latido cardíaco, que para personas que tengan alguna enfermedad vascular no estarían indicados sin control médico. Luego tienen otra particularidad que es el que se relaciona con la adicción y es que el hecho de que tengan un efecto muy rápido hace que los pacientes tiendan a abusar. Con el uso continuado el spray pierde su eficacia y se necesita más dosis, a más dosis más efectos adversos y además con el tiempo se produce ya un mecanismo de rebote, cuando pasa el efecto del adrenérgico se produce muchísima más congestión que la que teníamos".

No estamos hablando de una adicción como la que provocan otro tipo de medicamentos, porque en este caso cuando se trata la causa la adicción desaparece. Pero cierto es que muchos de ellos se venden sin prescripción médica por lo que el alcance del paciente es facilísimo.

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