Claves para ser feliz
Marian Rojas Estapé lanza nuevo libro: "Nos hemos vuelto drogodependientes emocionales"
Vivimos en un mundo hiperconectado, pegados a los móviles y a las pantallas. Nuestro cerebro busca recompensas inmediatas. Y eso acaba pasando factura a nuestra salud mental. En este libro nos da las claves para reconectar con nosotros mismos y encontrar el equilibrio emocional.
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La psiquiatra Marian Rojas Estapé presenta su nuevo libro. En "Recupera tu mente, reconquista tu vida" reflexiona sobre uno de los males psicológicos de nuestro tiempo: la pérdida de atención. Estamos más agitados y cada vez nos cuesta más concentrarnos. Siempre pegados al móvil, a las pantallas. Y eso repercute en nuestro cerebro: "Consumimos rápidamente sin reflexionar lo que consumimos. Nos hemos convertido en drogodependientes emocionales. Y necesitamos consumir sin parar", explica. Buscamos sensaciones y estímulos inmediatos. Y eso nos lleva a cada vez nos cuesta más entender las cosas: "Cada vez somos más impacientes, gestionamos peor nuestros impulsos, nos cuesta más profundidad. No queremos entender, solo queremos sentir", asegura.
Dopamina, la hormona del placer
La gran protagonista de su nuevo libro es la dopamina, la hormona del placer, de la motivación y las recompensas. "El problema es que llegaron las drogas y hackearon ese sistema de recompensas", asegura Marian Rojas. "Con las drogas se produce una liberación enorme de dopamina. Y un exceso de dopamina es malo, porque puede llevarnos a la adicción". Históricamente las drogas han entrado por las venas, por la nariz y por la boca, "pero ahora también entran por los ojos", es decir, a través de las pantallas, de los móviles. Según la psiquiatra, ese exceso de dopamina nos puede generar dolor: "A medida que no paramos de consumir cosas "placenteras", por ejemplo, comida, alcohol, tabaco, cocaína, pornografía o videojuegos...llega un momento en que ya no se consume para sentir placer si no para esquivar el dolor". Eso nos hace mucho más vulnerables.
Marian Rojas Estapé alerta sobre el uso excesivo de las pantallas, las redes sociales y el consumo de pornografía o los videojuegos. "Las redes sociales fueron diseñadas para ser adictivas. Se conoce cómo funciona nuestro cerebro ante la gratificación instantánea, la necesidad de validación. Nos enganchan mucho y eso crea un exceso de dopamina que acaba por perjudicarnos. Nuestro cerebro buscará lo que nos genere más sensación de placer, y otras actividades sanas como el deporte, jugar al parchís, pasear por el campo, leer nos parecen más aburridas, porque generan menos dopamina", explica.
Aprender a frenar y aburrirse
"El cerebro recuerda lo que le calma, y el cerebro recuerda lo que le excita. Se generan esos circuitos de la emoción y la consecuencia. Por eso una persona adicta se da cuenta de que lo que antes le producía ese placer". Rojas Estapé las llama "rutinas vitamínicas" y estos son algunos ejemplos:
- Ordenar las ideas. Eso requiere de pausa y sinceridad.
- El deporte es fundamental.
- Y algo que parece sencillo, pero no lo es: Aprender a no hacer nada.
"Nos da cierto miedo parar. Cuesta frenar porque a veces nos topamos con nuestros pensamientos y eso nos perturba porque sentimos dolor, sufrimiento, rabia. Hay que aprender a aburrirme, dejar que mi mente divague y ver qué sucede", describe.
Y además, intentar activar lo que llama ella denomina los estados de flujo: "Cuando uno hace algo que le causa un pequeño reto pero pierde la noción del tiempo, cocinar, leer, escribir...de repente miras el reloj y te das cuenta de que han pasado horas y que lo has disfrutado, has perdido la sensación de miedo y no querías llegar al final, querías disfrutar de lo que estabas haciendo".
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