En esta preocupación creciente por la polución en las grandes ciudades, muchos vuelven la vista hacia los coches con motores diésel. La razón es que este tipo de vehículos emiten menos CO2 que los de gasolina, pero a cambio generan más elementos contaminantes.
Son los óxidos de nitrógeno y sobre todo las partículas, tan pequeñas que sólo el viento o la lluvia las dispersa y cuando eso no sucede provocan la boina que estos días puede verse sobre Madrid o Barcelona.
Otro dato a tener en cuenta, cuando hablamos de contaminación, es que la edad media de los casi 22 millones de coches que circulan por España es de 10 años.
Demasiado según los expertos porque son esos, los más antiguos los que causan el 80% de la polución. Ahora mismo en nuestro país los turismos de gasoil y de gasolina son practicamente, mitad y mitad.
Pero esa paridad está en peligro de extinción, puesto que en las nuevas compras el diésel se impone con creces. El año pasado más del 70% de quienes se compraron un coche optaron por el gasoil.