Cada vez las vemos más por la calle, pero empieza a cuestionarse si son seguras. De hecho, hay hospitales que ya prohiben las mascarillas de tela frente al coronavirus en España.
La realidad es que no todas protegen del coronavirus.
De pantera, fórmulas matemáticas o reversibles. Mucha variedad de mascarillas pero no todos los modelos están homologados. Incluso en algunos sitios se venden junto a los imanes y se necesita un certificado.
Las que llevan solo una tela hay que meterlas un filtro para que haga de barrera frente al coronavirus.
Las mascarillas de tela están en el grupo de las higiénicas, recomendadas solo para personas sanas. Su ventaja es que son reutilizables.
Muchos expertos las desaconsejan dicen que son como los preservativos de ganchillo, es decir, muy poco eficaces.
En sitios con poca ventilación se recomienda la FFP2. Igual de importante es colocársela bien ya que es la protección frente al coronavirus.
En hospitales de Canarias o País Vasco se prohíbe acceder con mascarillas de tela a las instalaciones. Una medida que se está extendiendo en otras comunidad u hospitales ante su indecisión sobre si los usuarios utilizan mascarillas homologadas.
La OMS señalaba que las mascarillas de tela no se considera una opción de las mascarillas médicas para proteger a los trabajadores de salud en estas circunstancias por el coronavirus.
Las mascarillas de tela se deben lavar al menos una vez al día a 60 grados de temperatura.
Desde la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval) y el Instituto Tecnológico Textil (Aitex) defienden el uso de las mascarillas de tela ante los hechos contados y señalan que de estar homologadas "son perfectamente utilizables con garantías". Y añaden que su utilización ayuda a ser sostenible y a la economía de los usuarios.
