Un estudio, publicado en la revista 'Cell', acaba de demostrar que una variación en el genoma del coronavirus SARS-CoV-2 ha mejorado su capacidad de infectar las células humanas.
Se trata de un estudio global en el que han trabajado varias instituciones, y demuestra que esta es una nueva cepa del virus que se ha expandido de Europa a Estados Unidos, y que permite al virus expandirse más rápido aunque es menos agresivo y por lo tanto menos dañino que las primeras cepas de la enfermedad.
En declaraciones a CNN, Erica Ollmann Saphire, del La Jolla Institute for Immunology y del Coronavirus Immunotheray Consortium, analizó cómo es esta nueva cepa descubierta. "Esta cepa es la forma dominante de infección de la gente. Este es ahora el virus. Sabemos que está en mejor forma pero a simple vista no podemos decir que sea peor".
Cambios en España
Todos estos últimos contagios nuevos han permitido a Sanidad confirmar que la enfermedad afecta ahora de forma distinta a cómo lo hacía hace dos meses. Sabemos que son casos menos graves. De hecho en mayo el porcentaje de hospitalizados era del 25% de los infectados, una cuarta parte. Ahora es solo del 8%.
También por el perfil de los que se contagian. La media de edad en mayo era de más de 60 años. Ahora ronda los 50. Son, por lo tanto, personas más jóvenes que desarrollan la enfermedad de forma leve. De hecho, el 60%, no tienen síntomas. Los casos se detectan antes y a la mayoría se le realiza un seguimiento telefónico desde los centros de atención primaria.
No se sabe si la vacuna combatiría esta nueva cepa
En el estudio se recogen el análisis de las secuencias genéticas en las que se percibe la mutación del virus. Se han realizado pruebas de laboratorio a personas, animales y células y se ha descubierto esta mutación a la que se ha denominado G614.
Esta nueva cepa afecta a la proteína que el virus alberga en sus puntas y que utiliza para infectar a las células de los organismos y después reproducirse.
A los investigadores les preocupa cómo puede afectar este nuevo hallazgo en los diferentes proyectos creados para la búsqueda de una vacuna que combatiría cepas anteriores como la denominada D614, la que más daño ha causado en Europa y Estados Unidos, pero se desconoce si también combatiría esta nueva mutación.
Se multiplica en nariz y garganta mucho más rápido
En el estudio se destaca que esta nueva cepa apareció a finales del mes de marzo y que se multiplica con más rapidez en zonas como nariz y garganta. De hecho, David Montefiore, de la Universidad de Duke, analizó esta nueva característica de la cepa. "Los resultados demostraron que la forma G es entre tres y nueve veces más infecciosa que la D. Sin embargo, pese a ser más expansiva, es menos efectiva".
Se podría combatir con el plasma de los que han superado el COVID
Esta cepa G614 tendría una forma efectiva para combatirla: el plasma sanguíneo de personas que han superado el coronavirus. "Estuvimos buscando si los anticuerpos generados en la sangre de las personas era tan efectivo para neutralizar esta nueva cepa como en la variante anterior. Fue un poco mejor de lo que esperábamos, fue todo un alivio", explicó la doctora Saphire, que a la vez se muestra cautelosa ante la aparición de nuevas mutaciones. "Podemos haber esquivado una bala con esta mutación, pero eso no quiere decir que haya otra cepa más dañina que esta. Hay que seguir alerta".