Antibióticos

Los 3 nuevos antibióticos que facilitarán la guerra contra las superbacterias

Gran alegría en la comunidad científica por el descubrimiento de nuevos antibióticos.

Imagen de bacterias

Imagen de bacteriasSinc (archivo)

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Desde que Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928, los humanos hemos librado una batalla continua contra las bacterias. A medida que se desarrollan nuevos antibióticos, las bacterias evolucionan y desarrollan resistencias, creando un ciclo interminable de retos para la medicina y la farmacología.

Estamos en un punto en el que los expertos advierten de que la próxima pandemia podría ser causada por la resistencia a los antibióticos. Es decir, que podría estar causada por las 'superbacterias', aquellas cepas que sobreviven a todos los antibióticos conocidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado recientemente su lista de las 15 familias de bacterias más peligrosas y todas ellas son resistentes a antibióticos. En esta lista figuran bacterias como Acinetobacter baumanni (resistente a carbapénemicos) y Mycobacterium tuberculosis (resistente a rifampicina).

Un rayo de esperanza

La farmacorresistencia crece mientras la disponibilidad de antibióticos disminuye, un problema que afecta tanto a países desarrollados como a aquellos en vías de desarrollo. Por eso, en este complicado contexto, la comunidad internacional celebra el descubrimiento de unos nuevos antibióticos: Zosurabalpina, Lolamicina y Emblaveo.

Según un artículo recientemente publicado por 'The Conversation', la zosurabalpina ha demostrado ser eficaz contra la Acinetobacter baumannii, resistente a los carbapénemicos (CRAB), una bacteria que la OMS ha catalogado como de prioridad crítica. La zosurabalpina actúa inhibiendo el sistema de transporte del lipopolisacárido en la bacteria, lo que impide su supervivencia y la hace más vulnerable a otros antibióticos. Actualmente, este nuevo fármaco desarrollado por 'Roche' se encuentra en ensayos clínicos en fase I.

Otro avance significativo que recogía el citado artículo es el conseguido con la lolamicina, antibiótico que ha demostrado eficacia contra más de 130 aislados clínicos de patógenos multirresistentes y es respetuosa con la microbiota intestinal. Esta característica es una ventaja importante, ya que muchos antibióticos actuales pueden causar efectos secundarios al afectar también a las bacterias beneficiosas de nuestro cuerpo.

Y emblaveo (aztreonam-avibactam), desarrollado por 'Pfizer' y 'AbbVie', también ha superado los ensayos clínicos y ha sido aprobado para su uso en la Unión Europea desde el pasado 22 de abril. Este antibiótico es eficaz contra infecciones intraabdominales y urinarias complicadas, neumonía hospitalaria e infecciones por patógenos Gram-negativos aerobios multirresistentes, ofreciendo una nueva esperanza para pacientes con opciones terapéuticas limitadas.

Crisis sanitaria global

La resistencia a los antibióticos representa una crisis sanitaria global. Se estima que una persona muere cada seis segundos debido a infecciones resistentes, lo que se traduce en más de un millón de muertes anuales, con proyecciones que indican que esta cifra podría alcanzar los 10 millones para 2050. Por ejemplo, un paciente con infección por Staphylococcus aureus, resistente a meticilina (SARM), tiene un 64% más de probabilidades de morir en comparación con uno infectado por la misma bacteria sensible al antibiótico.

El desarrollo de nuevos antibióticos es un proceso largo y costoso, y muchas compañías farmacéuticas se muestran reticentes a invertir en este campo debido al bajo precio de venta de estos medicamentos en comparación con otros. Para combatir esta tendencia, la OMS creó la Alianza Mundial para la Investigación y Desarrollo de Antibióticos. Además, más de 20 farmacéuticas formaron la ARM Action Fund, con el objetivo de lanzar entre dos y cuatro nuevos antibióticos en la próxima década.

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