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EN EL ÁMBITO DE LA DERMOESTÉTICA
La ONCE pone braille a la belleza
Cuando el francés Louis Braille a mediados del siglo XIX incorporó un sistema de lectura y escritura táctil al mundo de los ciegos, se abrió una de las esperanzas con más calado en el alma de las personas afectas de ceguera.
Entre las limitaciones mecánicas, las del control del ambiente o las de adquisición de la cultura la más notable sea quizás aquella que se ha dado en llamar la “cuarta limitación”, la que consiste en segregar a los seres humanos por falta de solidaridad y por rechazos de todo tipo y condición. Por eso admiro como médico las compensaciones que los cerebros tienen para reorganizar la información que viene de los otros sentidos, el tacto, la audición, el olfato o las distintas maneras que permiten interpretar la realidad circundante.
Así pues, gracias a los otros sentidos podemos decir que los ciegos abren nuevos caminos hacia la sensibilidad, la precisión y la eficacia. Incluso, en ocasiones, mucho más elevada que los normovisuales. Hay hipótesis por el mejor uso de sus sentidos, que nos llevan a concluir que podrían culminar su desarrollo con una superioridad intelectual sobre el normovisual, porque se ha dicho que “toda suplencia proviene de la inteligencia”.
Ahora los Laboratorios Fridda Dorsch incorporan el Braille a toda su gama de productos en el ámbito de la dermocosmética con Factor de Crecimiento Epitelial (FCE), lo que ha sido recibido con gratitud por la ONCE y en concreto por su directiva Patricia Sanz quien ha mostrado la satisfacción en el conjunto de las personas con discapacidad visual pues ahora podrán incorporar elementos positivos para su belleza en la vida diaria. Curiosamente en este asunto nos adentramos en la esencia de la filosofía pues la belleza como la moral, la verdad, el conocimiento, la existencia o el lenguaje son asuntos filosóficos.
Estamos en un impulso de la autonomía personal en todos los ámbitos de sus vidas. Y eso ya no es filosofía sino más bien otra visión de la vida. Porque un invidente en el espíritu de su belleza puede generar en los demás emociones visuales. Seguro.
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