Esta patología es la que más ingresos hospitalarios produce en niños de entre 0 y 14 años, por encima de otras enfermedades como las amígdalas, la apendicitis y la gastroenteritis. Concretamente, en los últimos diez años han ingresado más de 63.000 niños con bronquiolitis en los centros nacionales de salud, lo que eleva esta enfermedad a un problema de salud pública.
La población de mayor riesgo ante este virus son los bebés prematuros, los que tienen cardiopatías congénitas o enfermedades pulmonares crónicas, con los que hay que tener especial cuidado. Para hacer visible este problema y dar a conocer las medidas higiénicas y preventivas que pueden evitar esta enfermedad, se ha celebrado la II Jornada sobre Bronquiolitis en España. Lavarse las manos, extremar la limpieza de los objetos que puedan estar en contacto con el bebé y las superficies donde haya podido estar una persona que padezca la enfermedad, evitar el contacto físico del bebé con personas enfermas, utilizar pañuelos desechables para evitar que los virus circulen, evitar los ambientes cerrados y muy cargados y no exponer a los bebés al humo del tabaco son las principales.
Sin embargo, a pesar de la elevada incidencia de esta enfermedad, las autoridades sanitarias son optimistas, y señalan una mejora importante en los datos de mortalidad (ha disminuido en casi un 30%) y de estancia media en el hospital (se sitúa actualmente en 5,6 días)