Fentanilo
"Parecía que me estaba muriendo": el calvario de una paciente con abstinencia al fentanilo
El fentanilo ha sido apodado como "la droga zombie" debido a los efectos devastadores que provoca en sus consumidores, dejándolos en un estado de abatimiento y sin control de su cuerpo.

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El fentanilo es un opioide sintético con una potencia hasta 100 veces superior a la morfina. En el ámbito médico, se prescribe para tratar dolores intensos, especialmente en pacientes con cáncer. Sin embargo, su uso prolongado puede generar dependencia y tolerancia, lo que ha llevado a que su distribución ilegal aumente de forma alarmante en los últimos años.
"Me comentan que con esto yo no voy a tener dolor, que es lo mejor", recuerda Inma, una paciente que estuvo a punto de perder la vida por su adicción al fentanilo. "Con el primer parche de fentanilo noté que yo no me cansaba, yo no tenía dolor, yo salía a la calle con mucha energía".
La escalada de la dependencia
La historia de Inma refleja la realidad de muchos pacientes que, tras un tratamiento prolongado con fentanilo, terminan atrapados en una adicción devastadora. "Y me acuerdo de que el doctor me dijo: No te preocupes que tenemos parches de 50, de 100, de 150. Claro, estas dosis iban subiendo porque el cuerpo se acostumbra". El aumento progresivo de la dosis es un fenómeno habitual con los opioides, ya que el organismo desarrolla tolerancia y necesita cantidades mayores para obtener el mismo efecto.
Pero lo más duro llegó cuando su médico decidió retirarle el fármaco de golpe. "Se apoderó de mí. Ni veía, las paredes se movían, tiritaba, tenía frío, vomitaba... parecía que me estaba muriendo".
El auge del fentanilo ilegal
A pesar de su uso médico controlado, el fentanilo también se fabrica de forma clandestina y se vende como droga en el mercado negro. En su forma ilegal, se encuentra en polvo, pastillas, aerosoles nasales e incluso disuelto en líquidos. Su bajo coste y su extrema potencia han hecho que esta sustancia se mezcle con otras drogas como la heroína, la cocaína o la xilazina, aumentando el riesgo de sobredosis letales.
Una adicción mortal
El fentanilo afecta directamente al sistema nervioso central, uniéndose a los receptores opioides en el cerebro y alterando la percepción del dolor y las emociones. Sus efectos incluyen euforia extrema, somnolencia, náuseas, respiración lenta, pérdida del conocimiento y, en muchos casos, la muerte por insuficiencia respiratoria. En España, el Ministerio de Sanidad restringió su prescripción en 2021, limitándola exclusivamente al tratamiento del dolor oncológico.
Su potente capacidad adictiva se debe a la liberación de dopamina en el cerebro, generando una sensación de placer intensa. Sin embargo, al cesar el consumo, los síntomas de abstinencia pueden ser insoportables, lo que refuerza la dependencia. Investigaciones recientes han identificado que la amígdala central del cerebro juega un papel clave en estos efectos de refuerzo negativo, haciendo que dejar el fentanilo sea un proceso extremadamente difícil.
Cómo paliar los síntomas
El fentanilo ha sido apodado "la droga zombie" debido a los efectos devastadores que provoca en sus consumidores, dejándolos en un estado de abatimiento y sin control sobre su cuerpo. La lucha contra esta crisis requiere una combinación de regulación médica estricta, educación sobre los riesgos del consumo y el fortalecimiento de los programas de rehabilitación para quienes intentan superar su dependencia.
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