Queratopigmentación
La peligrosa moda de tatuarse los ojos para cambiar su color: "Se crea el efecto 'ojo de muñeca'"
Las asociaciones de oftalmólogos desaconsejan la técnica de la queratopigmentación, te explicamos por qué.
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¿No te gusta el color de tu pelo? Pues se tiñe y eliges tú el que mejor te venga. ¿Quieres lucir moreno todo el año? Pues una lámpara de bronceado y solucionado. Labios y uñas pintados con esmalte minuciosamente elegido para que combinen con el modelito en cuestión... literalmente podemos convertir nuestro físico en un arcoíris perfecto para algunos e imperfectamente artificial para otros.
En 1982, Mecano se impuso en las listas de éxito con el sencillo 'Maquillaje'. "No me mires" suplicaba Ana Torroja entonces porque "hoy no me he peinado a la moda y tengo una imagen demasiado normal para que te pueda gustar". En aquellos años la moda la fiábamos al maquillaje. En el siglo siguiente los avances médicos se han impuesto y hay un sinfín de opciones y técnicas para "que me puedas mirar". "Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal. Y mírate, y mírate". No es que hayamos abandonado los potingues, sino que hemos incorporado el láser, las inyecciones, y las máquinas. Todo para gustarnos y gustar.
La exigencia es tal que hasta los ojos con los que miramos tienen que pasar un examen y parece que los pardos no son tendencia. Cambiar de color de ojos, de oscuros a claros, o viceversa, ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad para algunos gracias a diversas técnicas disponibles, la más conocida, la queratopigmentación.
Las influencers han jugado un papel fundamental a la hora de crear esta necesidad que, sin embargo, el grueso de oftalmólogos desaconseja por las consecuencias irreversibles que puede tener para la visión. Desde la Newsletter de Antena 3 hemos entrevistado a Alfredo Ferrer Ruiz, vicepresidente de la Asociación Profesional de Oftalmólogos de España (APOE), y a Alberto González-Costea López, Secretario de APOE, ambos médicos y cirujanos oftalmólogos.
"La queratopigmentación es una técnica que consiste en hacer una pigmentación, lo que sería un tatuaje de la primera capa del ojo, que es transparente y se llama córnea, que estaría delante del iris.", explica el doctor Alberto González-Costea.
No es una técnica nueva, todo lo contrario. Desde hace años, la queratopigmentación era un tratamiento en pacientes que tienen problemas oculares, que han tenido aniridia o defectos por algún traumatismo. Apunta el doctor González-Costea que en esos pacientes "que la luz entra hacia el fondo del ojo por lugares que no son habituales, ya que la luz debe entrar solo por la pupila, se usaba".
El problema surge cuando se empieza a "tatuar los ojos con fines estéticos, para cambiar el color de los ojos". Es entonces cuando el doctor González-Costea apunta: "Coincidimos todas las sociedades científicas en desaconsejar esta técnica como técnica estética o cosmética".
El tatuaje se realiza de modo ambulatorio con anestesia local, pero tiene "bastantes riesgos y complicaciones para el paciente, tanto en el postoperatorio como a largo plazo" y es que como añade: "se produce una modificación importante de la córnea y no cabe duda que esto va a generar inflamación y molestias que requerirán unos días de recuperación".
González-Costea explica que la técnica consiste en "hacer una capa intermedia, un bolsillo entre las dos capas de la córnea a través de las cuales se introduce un pigmento que va a hacer que el color de la córnea cambie. Esto tiene algunas limitaciones: la primera es que dejamos una pupila fija, es decir, estos pacientes quedan tatuados. Y esto implica que no podremos hacer las exploraciones de fondo de ojo con máximas garantías, y si tuviera que hacer una intervención quirúrgica, ya sea de cataratas o de retina, los profesionales tendremos dificultades para mirar dentro de ello. También se han publicado numerosas complicaciones en el postoperatorio inmediato". Pero además de todos estos 'contra' hay uno que merece la pena ser destacado. "No es reversible. Si el resultado estético no me gusta, es prácticamente imposible revertirlo, más allá, de que dejaríamos una cicatriz en la córnea porque para entrar en la córnea y retirar el pigmento tendríamos que hacer alguna técnica agresiva que dejaría sin duda secuelas".
El abanico de posibilidades es muy amplio. El doctor Alfredo Ferrer nos señala que "una persona de raza negra podría ponerse ojos azules, de hecho se hace". Pero ojo con el resultado, porque González-Costea advierte: "Aunque parece que cambia el color del ojo, cuando se mira de cerca no es tan estética como parece. Se genera el efecto que llamamos 'ojo de muñeca'. La pigmentación de nuestro ojo tiene el iris por detrás y la córnea por delante, con lo cual, tenemos una profundidad que hace que el ojo tenga esa belleza natural. Cuando hacemos una queratopigmentación estamos en la capa de la córnea y vamos a dejar un ojo opaco en su primera capa. Cuando nos acercamos, son unos ojos bastante extraños, no diría desagradables, pero no son tan estéticos como pueden parecer en las fotos".
Por todo esto, Ferrer considera que "los criterios tendrían que ser muy exigentes" y se muestra contundente a la hora de afirmar que "sí, el médico debería valorar y desechar aquellos casos que no sean adecuados".
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