Primavera 2021
La nueva estación recién estrenada hace que nos sintamos con más energía, más positivos... Y es que como dice el refrán, "la primavera la sangre altera".
Estamos en primavera, así de repente, muchos nos enteramos por las noticias, como el cambio de hora, tiempos raros que nos tocan vivir. Sin embargo, la naturaleza sí se lo cree, porque es cuando despierta, cuando mi pequeño hibiscus, que pensé que estaba seco, amanece con unas hojas verdes y frescas transmitiendo la energía de la vida.
Y a nosotros, parte también de la naturaleza, es lógico que de una u otra manera, sí, nos altera. Nuestro estado de ánimo es el resultado de la influencia de variables biológicas, psicológicas y, por supuesto, ambientales.
En el campo de la psicología hay muchos estudios epidemiológicos que demuestran que los estados de ánimo, las descompensaciones psiquiátricas, las tentativas de suicidio y los comportamientos criminales se asocian a factores meteorológicos.
Así, aprovechando que hemos estrenado hace poco una nueva estación, descubrimos factores clave del entorno natural que nos afectan y nos alteran a los sentidos más allá de la primavera:
4 hechos ambientales que influyen en nuestro estado de ánimo
1. La temperatura
Un día nublado y lluvioso puede producir un ánimo depresivo, mientras un día brillante y cálido podría generar un ánimo positivo. De igual forma, existe evidencia científica sobre los efectos de la temperatura del aire inhalado en el estado de ánimo: el aire helado parece elevar el ánimo y el aire cálido parece deprimirlo.
2. El olor
Ya en 1999, un estudio de la Universidad de Rockefeller (Nueva York) reveló que el ser humano recuerda el 5% de lo que ve, el 2% de lo que oye y el 1% de lo que toca, frente al 35% de lo que huele. Hay olores que aturden, que embriagan, que marcan límites, que nos transportan a otro tiempo y lugar…dejando una impronta en nuestra memoria que nos eleva o deprime incluso aunque no seamos conscientes de su presencia, influyendo hasta en nuestros juicios.
3. El color
El color nos afecta a nivel social, fisiológico y psicológico. Parece ser que ambientes con determinado color pueden llegar a modificar el estado emocional de las personas. No obstante, es difícil demostrar estos efectos de forma consistente, aunque todos nos sentimos más cómodos con unas gamas de color que con otras. Hagamos caso a Pablo Picasso cuando decía que los colores son el reflejo de nuestras emociones impresas en la naturaleza
4. La luz
La manera en la que percibimos la luz puede afectar desde nuestras emociones, a nuestro estado de alerta y al ritmo circadiano.
Hay variedad de estudios publicados que demuestran la relación directa entre menor exposición al sol e incidencia de irritabilidad, depresión, fatiga, insomnio y suicidio.
Si a todo esto añadimos que la primavera eleva la temperatura ambiente, nos trae el olor de la naturaleza, nos llena de horas de sol y nos presenta colores intensos y claros, ¿cómo no nos va a afectar?
Siempre que la primavera sea una "pura primavera". Desde los más pequeños seres marinos, hasta los grandes mamíferos y longevas secuoyas, regulan su vida por la luz y la oscuridad. Los hábitos migratorios, reproductivos y existenciales de muchas especies son regulados por las estaciones. Y esto también se aplica a los seres humanos, con nuestra gran capacidad de adaptación, tan grande que nos lleva a la modificación de nuestro medio ambiente, al grado de producir cambios tan intensos que amenazan el futuro de la naturaleza, de nuestra especie y, por consiguiente, de la vida en la tierra.
Mantengamos la primavera y el ciclo de la naturaleza ¡y que nos altere de los pies a la cabeza!
Alicia López Losantos, psicóloga y coach