La difteria es una enfermedad infecciosa aguda epidémica. La causa la exotoxina proteica producida por Corynebacterium diphtheriae (un bacilo de Klebs-Löffler) y se caracteriza por la aparición de falsas membranas que se forman principalmente en las superficies mucosas de las vías respiratorias y digestivas superiores.
Los síntomas de difteria suelen aparecer de 3 a 9 días después del contagio. Principalmente se manifiesta mediante dolor de garganta, fiebre y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. La piel puede presentar lesiones o aparecer con aspecto hinchado o enrojecido, aunque no siempre se presentan síntomas.
Esta enfermedad, que no se registra en España desde 1886, se transmite mediante el contacto directo por estornudos, garganta, piel, ojos o secreciones de la persona infectada.
La vacuna contra la difteria se administra normalmente combinada con la del tétanos y la tos ferina. Comunidades como Cataluña establecen el calendario de vacunaciones en seis dosis, las tres primeras a los dos, cuatro y seis meses de edad, otra a los 18 meses, y entre los cuatro y los seis años otra dosis de recuerdo y una final a los 16 años.