¿Qué es la enfermedad de Coats? Síntomas y tratamiento

El 17 de agosto se conmemora una enfermedad poco frecuente que genera una pérdida progresiva de la visión, especialmente en niños: se celebra el Día Internacional de la Enfermedad de Coats. Con la celebración de este día se busca concienciar y sensibilizar acerca de esta rara patología, así como brindar apoyo a los pacientes y sus familiares.

¿De qué trata esta enfermedad?

Esta enfermedad, descrita por primera vez en el año 1908 por el oftalmólogo escocés George Coats, es caracterizada por la pérdida lenta y progresiva de la visión unilateral.

Generalmente, ocurre en un solo ojo, siendo ocasionado por un desarrollo anormal de los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Aunque las causas por las que se produce este padecimiento no están del todo claras, y por lo tanto está clasificado como un trastorno idiopático, especialistas han propuesto como posible explicación que su origen se ocasione por factores externos, como la exposición a rayos ultravioletas o la acción de determinados carcinógenos como el humo del tabaco.

Se inicia durante la niñez y juventud, siendo más común en hombres que en mujeres. En la mayoría de pacientes, los síntomas de la enfermedad de Coats comienzan a manifestarse antes de los 10 años.

¿Cuáles son los síntomas?

La enfermedad de Coats puede producir una amplia variedad de sintomatologías dependiendo las etapas en las que se encuentre la persona afectada.

En las primeras etapas de la enfermedad de Coats, el paciente llega a presentar signos de pérdida de visión, estrabismo (desviación de uno de los ojos), edema macular o presencia de exudados amarillentos en el ojo, solamente visibles explorando con un oftalmoscopio.

A medida que progresa, pueden llegar a aparecer otros síntomas tales como el desprendimiento de retina, cataratas e, incluso, puede culminar con la pérdida total de visión del ojo afectado.

En los casos más extremos se ha llegado a desarrollar un encogimiento del ojo o hasta atrofia del globo ocular.

Tratamiento

En cuanto al tratamiento de la enfermedad de Coats, dependerá de cómo de severo sea el caso en el momento del diagnóstico. Sin embargo, el procedimiento consistirá en aplicar técnicas como la fotocoagulación con láser, la crioterapia, inyecciones de corticosteroides, tratamientos para combatir el crecimiento de los vasos sanguíneos, o aplicar la cirugía para corregir el desprendimiento retinal.

Y, aunque llegara a parecer sorprendente, se han señalado casos en los que la enfermedad ha remitido de manera espontánea.

Sea cual sea el caso, la mayoría de los pacientes, especialmente si la enfermedad se detecta en las primeras fases, obtienen resultados positivos. Por otra parte, algunos síntomas como el edema macular y los exudados amarillentos en el ojo pueden comprometer la visión y llevar hasta la pérdida de visión total del ojo afectado en algunos casos.

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