Salud mental
¿Qué es el 'síndrome del impostor'? Cuatro claves para evitar caer en él
Un estudio de 'Journal of General Medicine' explica qué es este síndrome y cómo evitar padecerlo.
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El síndrome del impostor afecta, sobre todo, a personas de alto estatus social que, a pesar de sus éxitos objetivos, no logran internalizar y creerse sus propios logros, dudando persistentemente sobre ellos mismos y surge el miedo a ser un impostor o un fraude. Las personas que padecen este síndrome atribuyen todos sus éxitos a que "han tenido suerte" o "ha sido por ayuda de otras personas", llegándose a creer insuficientes y no valorando su propio éxito y esfuerzo personal. De hecho, los psicólogos Clance e Imes descubrieron este fenómeno psicológico en 1978. Clance identificó originalmente el síndrome entre mujeres profesionales de alto rendimiento, pero investigaciones más recientes en un estudio de 'Journal of General Internal Medicine' han documentado estos sentimientos de insuficiencia entre hombres y mujeres, en muchos entornos profesionales y entre múltiples grupos étnicos y raciales.
Pese a la evidencia de la enfermedad psicológica, el 'síndrome del impostor' no es un trastorno psiquiátrico reconocido: no aparece en el Manual diagnóstico y estadístico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ni figura como diagnóstico en la Clasificación internacional de enfermedades.
Técnicas para no caer en este síndrome
Por eso, el estudio enseña algunas claves para no caer en este síndrome:
- Promover espacios de trabajo donde predomine la seguridad psicológica. Es decir, fomentar grupos de trabajo en los que se pueda desarrollar la confianza y seguridad sin que se juzgue.
- Reconocer tanto los logros propios como los demás. El 'síndrome del impostor' puede afectar también a más gente del entorno, por lo que no solo es importante reconocer y celebrar los propios éxitos, sino también los de los demás
- Ofrecer 'feedbacks' constructivos. En el caso de liderar equipos es importante brindar 'feedbacks' de forma constante y transparente a todas las personas del equipo para promover y facilitar su desarrollo personal. Y en caso de que no seamos quienes lideremos los equipos, también resulta esencial forzarnos a pedir este tipo de opiniones de forma regular, para continuar creciendo en nuestra profesión.
- Promover prácticas diversas, equitativas e inclusivas en el trabajo. Fomentar equidad e inclusividad en el entorno laboral hace que trabajemos en un ambiente capaz de reducir nuestras inseguridades, además de que permite potenciar al máximo nuestros talentos y habilidades profesionales.
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