Agua oxigenada
¿Es recomendable desinfectar heridas con agua oxigenada? Estos son los riesgos
Lleva con nosotros más de un siglo como desinfectante en el botiquín de primeros auxilios, pero ¿estamos seguros de que la utilizamos correctamente? ¿Debemos aplicarla sobre una herida abierta? Buscamos la respuesta en el conocimiento científico.
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Es uno de esos productos a los que durante décadas se ha recurrido para limpiar las heridas, sobre todo en los más pequeños de la casa. De un tiempo a esta parte algunas voces han empezado a poner en duda su capacidad desinfectante y nosotros nos preguntamos, ¿estamos ayudando a curar una herida al aplicar agua oxigenada, o estamos actuando de manera contraproducente?
¿Qué es el agua oxigenada?
Las respuestas a nuestras preguntas las encontramos de la mano de David Ballesteros, divulgador científico. El primer paso es saber qué es exactamente el agua oxigenada. "El agua oxigenada contiene peróxido de hidrógeno, capaz de acabar con las bacterias que se encuentren en la superficie de la herida", explica.
¿Es recomendable para desinfectar heridas?
Con este primer acercamiento podríamos concluir que sí, que su aplicación es útil para la curación, pero ojo, Ballesteros profundiza en su explicación. "El problema es que este compuesto daña también las células sanas de nuestro organismo, las mismas que se tendrían que encargar de curar la zona dañada", asegura.
El científico nos lo explica a través de un sencillo pero ilustrativo ejemplo, aplicando agua oxigenada a un trozo de hígado. Aquí podemos ver a la perfección la acción de este producto sobre las células. "Cuando empapamos la herida con agua oxigenada. Lo que estamos haciendo es provocar la reacción de una enzima, la catalasa, que descompone el peróxido de hidrógeno en oxígeno y agua. De ahí que broten burbujas y espuma blanca. En esta efervescencia se destruyen las bacterias pero también tejido sano”.
Este es el proceso en el que habitualmente sentimos ese picor característico que ha acabado por dar lugar a una conocida frase hecha; si pica es que cura. Pues no, nos aclara Ballesteros, "el picor nos indica que algo va mal y estamos atacando a las células de la piel".
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Así es que, en este caso, la conclusión está clara, lo que pica no cura. Para limpiar una herida son más eficaces el agua y el jabón, suero fisiológico o antisépticos menos abrasivos. No juguemos contra nuestro propio organismo y ayudémosle a regenerarse.
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