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Oncología y estilo de vida
La SEOR recuerda que vivir de forma saludable puede evitar hasta el 40% de los cánceres
Llevar hábitos de vida saludable y apostar por la prevención es clave para evitar hasta un 40 por ciento de los tumores. Así lo recuerda la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) en el Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer.
- El ritmo de vida poco sana puede estar detrás de 40% de los tumores
- Comer bien, descansar y hacer ejercicio ayudan a prevenir muchos tipos de cáncer
- Los retos de la investigación apuntan al diagnóstico precoz en pacientes asintomáticos
- También es clave apostar por la medicina personalizada y la incorporación de la inteligencia artificial en el diagnóstico y tratamiento
Además de prevenir hasta el 40 por ciento de los cánceres, llevar una vida saludable puede mejorar el pronóstico y evolución de algunos tumores. Así lo afirma la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), con motivo del Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer.
Además de poder tener un origen genético, el cáncer es una patología también epigenética. Son, por tanto, los cambios epigenéticos sobre los que podemos actuar en positivo. El estilo de vida y una dieta rica y sana ayudan. "Debemos seguir insistiendo en que una vida activa a través del ejercicio físico, no fumar, evitar el alcohol y evitar la exposición solar sin protección son medidas que están en nuestras manos para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad”, afirma la doctora Nuria Rodríguez de Dios, presidenta del Grupo de Investigación Clínica en Oncología Radioterápica. “Podrían evitar el 40% de los cánceres, incluso en aquellos pacientes que han sido ya diagnosticados de cáncer contribuirían a un mejor pronóstico de la enfermedad", insiste.
El cáncer en datos
Solo este año, el cáncer se cruzará en la vida de 277.234 personas. Así lo estiman los expertos en y se recoge en el informe 'Las cifras del cáncer en España 2019'. Una incidencia en ascenso en los últimos años. El dato positivo es que la supervivencia al cáncer también aumenta y se sitúa en los 5 años de esperanza de vida en el 53 por ciento de los tumores diagnosticados.
"Pero hay que matizar que el cáncer es un término muy amplio, puesto que no es lo mismo tratar un cáncer de mama que uno de pulmón o uno que afecte al cerebro, ya que las células en cada órgano son diferentes", ha explicado la doctora Rodríguez de Dios.
La medicina personalizada pasa a tener un papel importante para adaptar los tratamientos a cada paciente y tratarle en función de sus características genéticas. En concreto, la biopsia líquida en la que gracias a un análisis de sangre podemos identificar la presencia del tumor sin necesidad de la biopsia clásica del tejido tumoral. "Esto además nos permitiría realizar un seguimiento estrecho de los pacientes a lo largo de su enfermedad sin la necesidad de realizar pruebas cruentas", afirma. Rodríguez de Dios resalta el papel de la radioterapia, recibida por más de las mitad de los pacientes con tumor durante el curso de la enfermedad.
Asimismo, Nuria Rodríguez de Dios ha puesto el foco en la investigación y en la prevención. En su opinión, caben destacar estudios que están en marca enfocados a la posibilidad de detectar marcadores genéticos específicos del tumor mediante un análisis de sangre en pacientes asintomáticos.
El reto de la radiogenómica
Por otra parte, Rodríguez de Dios ha informado de que la radiogenómica es otro de los grandes retos. "El desarrollo de técnicas de imagen médica totalmente digitales genera imágenes de alta calidad que contienen una gran diversidad de información más allá de la empleada para el diagnóstico".
Asimismo, a través de los algoritmos propios de la inteligencia artificial se pueden analizar numerosas imágenes y obtener información para analizar el fenotipo tumoral.
La radioterapia, clave en la mitad de tratamientos
La mitad de los pacientes con cáncer reciben radioterapia durante el curso de su enfermedad. "En los últimos años el desarrollo tecnológico nos permite administrar el tratamiento de una forma más segura, concentrando la dosis de radiación en el tumor, protegiendo los órganos sanos adyacentes", ha argumentado la doctora. Hay unidades de tratamiento que administran radiación de forma sincronizada al movimiento de los órganos, como es la respiración o el latido del corazón y también se puede modular la intensidad del haz de radiación para una aplicación con precisión máxima.
Por otra parte, la protonterapia permite tratar tumores próximos a órganos vitales que precisan ser preservados, una vía de trabajo en la que también es están llevando a cabo varios estudios.
"Hemos de abandonar el concepto clásico de que la radioterapia es solamente un tratamiento local para curar el cáncer. Uno de los efectos de la radioterapia es actuar como potenciador del sistema inmune. Estamos avanzando en algunos tumores gracias a la combinación de la radioterapia con la inmunoterapia, un de los retos es conocer cuál es la mejor secuencia para administrar estos tratamientos, qué dosis de radiación es la más adecuada y qué perfil de pacientes son los más beneficiados" , explicaba la representante de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR).
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