Salud
Una sustancia química elaborada por el hombre incrementa las posibilidades de contraer cáncer de hígado
El sulfato de perfluooctano empezó a ser usado a finales de los años 40, pero sus efectos perjudiciales hacen que cada vez sea menos usado. Ahora, se sabe que contribuye a que sea más probable tener cáncer de hígado.
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Desde hace mucho tiempo, perviven las famosas leyendas que aseguran que será el propio ser humano el causante de la extinción de su propia especie. Y, ciertamente, son muchas las catástrofes de salud y medioambientales que ha provocado la humanidad, como fue el accidente de Chernóbil en 1986, el naufragio del Prestige el naufragio del Prestige que empapó las costas gallegas de petróleo en España en el año 2003, o la catástrofe también nuclear de Fukushima en el año 2011 que provocó cientos de miles de víctimas en Japón.
Por si fuera poco, a ello hay que añadirle las sustancias creadas por la humanidad que también pueden llegar a crear graves problemas para la salud. Mientras se continúa especulando si la COVID-19 fue creada en un laboratorio en Wuhan, ahora se han conocido los efectos perjudiciales que implica el sulfato de perfluooctano, una sustancia química que fue creada por el ser humano a finales de los años 40, y que se ha empleado principalmente a nivel industrial, aunque no tanto en los últimos tiempos.
Con el paso de los años, esta sustancia se ha vuelto cada vez más nociva, y los efectos perjudiciales ya no se notan solamente en el medio ambiente o en los productos a los que están destinados. También en el cuerpo humano, notablemente perjudicado si la exposición a ella es grande. Concretamente, un estudio ha señalado que la sobreexposición al sulfato de perfluooctano incrementa las posibilidades de que una persona pueda llegar a padecer cáncer de hígado, uno de los más letales que existen.
Una sustancia muy perjudicial en todos los niveles
Cada vez son más las informaciones que señalan los riesgos del sulfato de perfluooctano, siendo el riesgo de cáncer de hígado la última. Las mujeres embarazadas también corren riesgo si se exponen en demasía a esta sustancia, pudiendo llegar a sufrir problemas de gestación. Pese a que la sustancia tiende a tardar miles de años en desaparecer de la naturaleza, en nuestro cuerpo puede desaparecer en apenas cinco años, lo cual será beneficioso o perjudicial en función de la cantidad a la que nos hayamos expuesto.
Otras enfermedades que pueden llegar a surgir son problemas relativos a la tiroides, posibles tipos de cáncer como el de riñón o el testicular en el caso de los hombres, u obesidad e incluso un aumento drástico del colesterol, que podría llegar a afectar al funcionamiento de nuestro cuerpo en diversas facetas. El hecho de que numerosas empresas hayan dejado de emplear el sulfato de perfluooctano ha supuesto que ese riesgo se reduzca, aunque las autoridades sanitarias, avisan, hay que estar ojo avizor.
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