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SEGÚN LA PSICOLOGÍA POSITIVA
Tener hijos hace que estemos menos satisfechos con nuestra vida en el corto plazo
Todo cambio vital puede suponer una merma en nuestra felicidad. También admiten que nuestra visión positiva de las cosas "se puede trabajar, pero otras veces veremos grandes dificultades, y nuestro margen, si las circunstancias son adversas, se va a reducir".
Los cambios vitales, como el hecho de tener hijos, reducen a corto plazo la satisfacción vital, ha asegurado el presidente de la Sociedad Española de Psicología Positiva, Gonzalo Hervás.
Hervás ha admitido en la Universidad de La Laguna, que ser feliz es algo complejo y para muchas personas no es fácil porque depende de múltiples factores.
Entre ellos el genético, pero también cambios vitales como tener hijos, ha agregado en un comunicado.
Hervás se ha referido a los estudios e investigaciones que han profundizado en los elementos de la felicidad y en aclarar qué factores la determinan o dónde reside que se pueda ser mas o menos feliz, a nivel personal, en la sociedad, o incluso teniendo en cuenta las diferencias que se observan de esta percepción entre países.
En su exposición, ha destacado que ser feliz es "algo complejo", y que los mensajes que llegan a diario en las redes y que suelen referirse a solo a alguno de los aspectos que influyen en la felicidad de formada aislada, como la actitud, "son erróneos, medias verdades".
En su ponencia "Hacia un modelo integrador del bienestar psicológico", el también profesor de la Universidad Complutense de Madrid se ha extendido sobre los ámbitos que determinan la felicidad, y ha confirmado que depende en parte de la actitud, con aspectos de la vida de la persona, como las relaciones o con el trabajo.
La felicidad está también en la mente, porque tiene que ver con el pensamiento, personalidad y genética.
Pero precisamente "la carga genética de cada persona puede hacer que a determinadas personas les sea más fácil ser feliz y a otros, más difícil", ha aseverado.
En cuanto a si la felicidad está "en el momento", ha indicado que así lo demuestran los estudios sobre el Mindfulness, y que vivir el momento presente parece potenciar los mecanismos de bienestar.
La seguridad es una necesidad básica para el bienestar de las personas, que se demuestra muy pronto en los bebés.
"Luego vivir el presente tiene ver con la felicidad, con el saboreo, que es la capacidad de aprovechar al máximo la satisfacción hedónica en cada momento, en la vida cotidiana".
Sobre la importancia de las "circunstancias", ha recordado los estudios que demuestran el impacto que tiene el matrimonio en la felicidad, al menos durante un tiempo, o la muerte del cónyuge, como algo que puede incluso llegar a impedir que la persona que sobrevive se recupere por completo.
Ha destacado en otro momento que la seguridad es una necesidad básica para el bienestar de las personas, que se demuestra muy pronto en los bebés. "Una fuerte seguridad conduce al crecimiento, desarrollo y consolidación emocional en los niños".
Sin embargo, en los adultos esto aparece más difuminado: "Si bien es fácil pensar que momentos de crisis afectan al bienestar de las personas".
Por otra parte, la libertad y la felicidad del otro son elementos que también influyen, así como el nivel económico, cultural o el materialismo. Esto último se relaciona con la satisfacción vital, a través de la gratitud y satisfacción de las necesidades.
A raíz de todo lo expuesto, Hervás ha valorado que las posibilidades de los profesionales de la Psicología de cambiar a una persona para que sea feliz son limitadas y ha dicho que hay que ser realistas. "Se puede trabajar, pero otras veces veremos grandes dificultades, y nuestro margen, si las circunstancias son adversas, se va a reducir".
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