La venta de pastillas de yodo se dispara ante el miedo a un posible ataque nuclear

Uno de los miedos que ha provocado la guerra en Ucrania es unposible ataque nuclear. Ello ha provocado que se dispare el número de ventas de pastillas de yodo en las farmacias.

Desde que comenzó la invasión, Rusia ha intentado hacerse con el control de las centrales nucleares ucranianas. El Organismo Internacional de Energía Atómica informó que Rusia planea establecer "un control permanente" de la planta nuclear de Zaporiyia. Por ello, 400 soldados rusos tienen bajo control la central.

No son eficaces

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha aclarado que los medicamentos con yoduro de potasio que se venden en farmacias no son eficaces contra la radiactividad.

"Transmito un poco de calma y tranquilidad. La situación es complicada a nivel internacional pero todavía no ha llegado el momento de volvernos locos. En caso de que sea necesario, las medidas las tienen que tomar las autoridades", afirmó el responsable del Área de Información del Medicamento del CGCOF, Iván Espada.

¿Cómo se utilizan las pastillas de yodo?

Las pastillas de yodo se utilizan en caso de emergencia nuclear para bloquear las tiroides. De esta forma, al tomarlas, no se puede absorber el yodo radiactivo que se desprende.

Sin embargo, los medicamentos que están disponibles en las farmacias bajo prescripción médica no tienen esa finalidad. Las pastillas que se venden en farmacias están destinadas al tratamiento de personas que necesitan un aporte extra de yodo. Suelen tomarlas aquellas personas que sufren de hipotiroidismo.

Las tiroides es una glándula endocrina que tiene funciones importantes para el funcionamiento metabólico de las personas. Además, es "la parte del cuerpo más sensible al yodo radiactivo".

¿Qué diferencia hay?

El yoduro potásico se administra con receta médica o como suplemento nutricional. Suele tomarse durante el embarazo para evitar malformaciones o hipotiroidismo. Además, la dosis que se incluye es mínima.

La diferencia está con el yodo en dosis masivas, que se distribuye por las autoridades y no en farmacias. Se reparte en caso de sufrir un incidente nuclear. Las centrales nucleares tienen la dosis preparadas.

Para tener la misma dosis de esta opción habría que tomar entre 400 y 1.300 dosis de las que venden en farmacias.

Así será la Ley ELA, que ayudará a más de 4.000 enfermos y sus familias