Vitamina D
La vitamina D reduce el dolor en diversas patologías, como en distintos procesos de cáncer
Algunos ejemplos de manifestaciones de dolor que pueden reducirse con el tratamiento de vitamina D son el dolor musculoesquelético, el dolor neuropático, el menstrual, el dolor en los procesos de cáncer, entre otros.
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La vitamina D en nuestro cuerpo no solo cumple un papel único y esencial en el metabolismo óseo. La vitamina D también tiene efectos sobre la inmunidad innata de la persona: por ejemplo, en el sistema cardiovascular y en la expresión génica. También en el desarrollo y la función celular, además de la inflamación y la experiencia del dolor.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus la experta en Inmunonutrición y máster en Educación para la Salud, María Hernández Bascuñana, quien acaba de publicar una guía sobre qué es la vitamina D, en 'VitaminaDos. Disfruta de una vida más saludable gracias a la vitamina D'.
El dolor físico es subjetivo y cada uno lo experimentamos de manera diferente. Pero, ¿y si el dolor se cronifica? "El dolor es uno de los síntomas que más sufrimiento produce en cualquier enfermedad y el dolor crónico es la principal causa de discapacidad y de carga de enfermedad a nivel mundial. La buena noticia es que la vitamina D puede contribuir al alivio y a la remisión de a algunos tipos de dolor, con lo que también influye en la mayor o menor necesidad de opioides y en su dependencia", asegura esta autora.
Puede modular el dolor
Hernández Bascuñana subraya que el dolor crónico se ha asociado a la deficiencia de vitamina D y de magnesio, dos nutrientes que a su vez están estrechamente interrelacionados: "Lo interesante en el tratamiento del dolor crónico con vitamina D es que se observa un beneficio clínico sin los efectos secundarios de los analgésicos actualmente disponibles. Además, los analgésicos pueden resultar inadecuados, ya que alrededor del 20% de quienes padecen dolor crónico no obtienen ningún beneficio con ellos".
Hay algunos ejemplos de manifestaciones de dolor que pueden mejorar con el tratamiento de vitamina D: el dolor musculoesquelético, el dolor neuropático, el menstrual, el dolor en los procesos de cáncer, entre otros. "Al ser un agente mediador en procesos inflamatorios tiene mucho que ver con esa experiencia del dolor, porque que al final este se produce por una inflamación, que a veces es necesaria para que un tejido se proteja y se pueda reparar; pero, en otras ocasiones, el dolor se cronifica y aquí es donde la vitamina D ayudar a que ese dolor no sea tan intenso, y no haya cronicidad", destaca esta experta en inmunonutrición.
Consumo de vitamina y opioides
A su vez, señala que, en aquellos pacientes con dolor que toman opioides para aliviarlo, se ha encontrado que cuando la vitamina D está baja aumenta el consumo de estos. Eso sí, advierte de que "no es una pastilla mágica", y que al tomarse estos suplementos se nos quita el dolor de inmediato, sino que es algo paulatino, que mejora poco a poco.
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"Hay veces que no es suficiente la vitamina D, pero sí se ha observado que las personas que toman opiáceos, cuando se les da una terapéutica con vitamina D, también disminuye la toma de esos opioides, o que no sean tan dependientes de ello. Así, se está recomendando cada vez más que si un paciente necesita un tratamiento con opioides se realice también con vitamina D, y que se miren también siempre los niveles séricos de vitamina D", agrega.
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