Volcán La Palma
Unos 250 afectados continúan sin poder regresar a sus casas tras la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma
La Guardia Civil sigue realizando mediciones a diario en las zonas próximas al volcán del Cumbre Vieja en La Palma, pero los resultados siguen dando niveles incompatibles con la vida.
Publicidad
Diez meses después de la erupción del volcán de La Palma, la mayoría de familias siguen sin poder regresar a sus casas. Son más de 1.000 afectados, tanto de Puerto Naos como de La Bombilla, que continúan desalojados debido a que los gases no les dejan volver.
Son familias enteras las que llevan más de 300 días viviendo en habitaciones de hotel, bien porque sus hogares quedaron sepultados por la lava, están aislados por la ceniza o por las coladas. La única alternativa son los alquileres, los cuales están por las nubes y muchos de ellos no los pueden pagar.
El drama de los vecinos sin casa
Algunas de las ayudas ofrecidas no llegan o no llegan a tiempo, y otra de las razones es la falta de trabajo en los afectados. Por ello, no les queda más remedio que seguir viviendo entre cuatro paredes ajenas y con un futuro incierto. Este es el caso de Ascensión González, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.
Junto a ella conviven tres miembros más de su familia y el volcán le quitó su casa y, casi, su vida entera. "La situación es muy dura. Estamos deseando tener opciones de irnos a una vivienda", confiesa Ascensión.
Es una de los 250 afectados que siguen viviendo en hoteles de la isla. Además, nos cuenta que, por un error a la hora de apuntar su nombre, no ha recibido ninguna ayuda. "Llevo desde abril con los notarios luchando para solventar esto", añade.
Al igual que Ascensión, Víctor País, otro vecino afectado, tampoco las ha recibido.
La lava le dejó sin casa, sin finca y sin trabajo. Recibe llamadas todas las semanas presionándole para que busque un alquiler, pero al precio que están y sin recursos prefiere vivir en una habitación. "Nadie se ha dignado todavía a darnos una solución", se queja Víctor, ya que desde hace siete meses que todo sigue igual.
La Guardia Civil sigue realizando mediciones a diario en las zonas próximas al volcán, pero los resultados siguen dando niveles incompatibles con la vida.
Publicidad