Son jóvenes que rondan los veinte años, extranjeros en su mayoría y con una importante concentración de alcohol en sangre. El fenómeno del 'balconing' se repite año tras año con consecuencias fatales.
Se trata de uno de los males que las autoridades españolas están dispuestas a erradicar. La práctica que consiste en saltar de un balcón supone una gran cantidad económica, ya que la atención médica de cada 'salto' cuesta una media de 32.000 euros.
Mallorca es el mayor foco mundial de esta práctica y sus centros sanitarios pagan las caras consecuencias de la irresponsabilidad de los que deciden 'lanzarse' a la piscina.
El coste de los tratamientos supera ya el millón y medio de euros en las Islas Baleares, una cantidad que indigna a sus vecinos y que ayuntamientos no están dispuestos a pagar.
En los últimos cinco años por los hospitales de la isla han pasado casi medio centenar de jóvenes que habían saltado desde el balcón de un hotel o de una casa particular. Más del 95% de las víctimas atendidas tenían una alto volumen de alcohol en sangre.
En lo que llevamos de verano en las Islas son ya al menos 35 los jóvenes que se han 'caído' desde balcones de alojamientos turísticos, seis de ellos han perdido la vida.
El Servicio de Cirugía General de Mallorca asegura que ha atendido a 47 pacientes en los últimos cinco años, según su registro. A ellos se suman la decena de muertes asociadas en el mismo periodo.
Ahora ayuntamientos y hoteles unen sus fuerzas para asegurar que nadie acabe en el hospital por culpa de las imprudencias.
