Blanca de la Vega, la mujer que no cesó hasta ser empresaria

Blanca estudió ADE Bilingüe porque no sabía a qué se quería dedicar. Todo empezó cuando estaba con la beca Erasmus en la Bretaña francesa.

Tenía demasiado tiempo libre y decidió invertirlo en crear sus propias blusas, chaquetas y complementos. Su pasión era la fotografía así que decidió hacerles fotos y subirlas a Facebook.

La gente le empezó a hacer preguntas y el producto comenzó a moverse a través de la red. Al ver que gustaba, la joven de entonces 23 años continuó con sus diseños aprovechando el boom de los 'pop-up store' y 'showrooms'.

A los pocos meses se animó a abrir su primer espacio. En este tiempo ha llegado a abrir tres tiendas, pero recientemente ha decidido cerrar una de ellas. La razón es que la web es la plataforma que más factura de todas. Sobre todo gracias al uso de las redes sociales. A día de hoy su principal herramienta de trabajo es Instagram. Gracias a los 70.000 seguidores que tiene en esta red, producto que exhibe, producto que se agota.

Según la OCDE el porcentaje de mujeres emprendedoras en España, del 2,1%, es inferior al de los hombres, del 3%. Aunque ambos niveles se sitúan por debajo de la media europea, insisten en que el miedo al fracaso es la principal razón, una barrera, según dicen, más habitual en el género femenino.

La joven empresaria, por otro lado, opina que en su entorno son muchas más las mujeres que emprenden que hombres, y aprovecha para lanzar un mensaje a todas aquellas que se planteen perseguir su sueño: ser perseverantes en el trabajo y no darse nunca por vencidas.

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