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Coronavirus y los mayores

Carmen consiguió salir de la residencia de mayores en la que se contagió de coronavirus en la que vivió "una pesadilla"

Vivir en una residencia ha sido un auténtico infierno para muchos mayores estos días de pandemia por coronavirus. Carmen, de 79 años, estuvo ingresada en una de las residencias de mayores más castigados de Andalucía, donde murieron 24 personas contagiadas de coronavirus, pero ha conseguido salir.

Carmen no quería estar en la residencia de mayores durante este confinamiento por pandemia de coronavirus.Y ahora, por fin, está con su familia. Ella misma ha contado la pesadilla que vivió a Antena 3 Noticias.

No hay mejor manera de recobrar las ganas de vivir que el calor familiar. Carmen, a sus 79 años, va dejando atrás, aunque le está costando, sus peores días en la residencia de mayores. En su estancia en la residencia fue testigo de la muerte de otros mayores residentes contagiados de coronavirus. Hasta 24 muertes hubo en su residencia de mayores.

Entre el centenar de contagios se registró el suyo. No tuvo apenas síntomas, pero dio positivo en el test de diagnóstico de coronavirus.

Ella sólo quería dejar la residencia y estar con su familia durante el confinamiento, no podía hablar con nadie. Carmen sufría 24 horas de encierro diario en su habitación. Solo recibía la visita de una auxiliar para el aseo y las comidas y, al llegar la noche, alguna ayuda para acostarse, dados sus problemas de movilidad, los que aconsejaron hace dos años su ingreso en el centro.

Carmen ya es negativo en coronavirus

Ahora que Carmen ha dado negativo en el test de coronavirus, la Junta de Andalucía ya le permite vivir con su hija y recuperarse en su casa. Seguirá la recuperación del coronavirus junto a los suyos, en el campo, entre plantas y flores, en la casa de su hija, en Sanlúcar la Mayor, a las afueras de Sevilla.

Por delante le quedan quince días de aislamiento todavía, pero lejos de los malos días vividos en la residencia de mayores.

Su residencia de mayores es una de las más castigadas de Andalucía por la pandemia de coronavirus.

De soledad y tristeza, dice, también se muere. Por suerte, como otros 25 mayores de la región que han podido abandonar sus residencias, Carmen ha vuelto a conversar y a reír.