Contaminación
Se acerca el fin de los sobres de kétchup: cuándo y por qué se empezarán a prohibir
Una nueva regulación prohibirá la comercialización de este tipo de envases de usar y tirar con el fin de reducir la cantidad de plástico que se usa a diario.
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Adiós a los sobres de kétchup, de azúcar y a los minibotes de aseo personal. El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva regulación por la cual, a partir del año 2030, los envases monodosis deberán dejarse de comercializar. Se trata de una iniciativa que busca reducir el consumo de plástico.
Todos los envases de usar y tirar estarán prohibidos en supermercados, bares, restaurantes y hoteles dentro de tan solo seis años. En su lugar, la nueva regulación contempla que se deberá permitir a los clientes que lleven su propio recipiente para rellenar los condimentos que quieran, táperes para llevarse la comida pagada que les haya sobrado e incluso su propia taza de café.
No es que la comida para llevar se vaya a terminar. Europa pretende mantener el 'take away' de los productos acostumbrados a ello, pero sin que esto suponga una utilización descomunal de plástico. Se tratará de que los consumidores se lleven sus propios envases con la idea de fomentar la reutilización de recipientes y, por ende, promover prácticas más sostenibles.
Otros envases prohibidos
Además, la propuesta del Parlamento Europeo también prohíbe la venta de otros productos de un solo uso. Este es el listado completo de los artículos que desaparecerán:
- Los envases de frutas y verduras frescas sin procesar. Las clásicas bandejas de tomates o zanahorias, por ejemplo.
- Los alimentos y bebidas que no necesitan más elaboración y suelen consumirse en el propio envase, como una ensalada rápida.
- Las porciones individuales. Como son las monodosis, por ejemplo, de azúcar, de aceite o de salsas como el kétchup, mostaza o mayonesa.
- Los envases pequeños de higiene personal como los microbotes de gel o champú que se ofrecen en hoteles.
- Las bolsas de plástico muy ligeras, es decir, de 15 micras o menos.
En su lugar, el organismo europeo plantea que los establecimientos ofrezcan un determinado porcentaje de envases con vistas a que sean reutilizados más adelante. Es decir, el cliente compra uno de estos recipientes, lo lleva a casa, lo lava y lo vuelve a utilizar en futuras visitas a dicho establecimiento.
Situación preocupante
Según datos proporcionados por Eurostat, entre 2009 y 2020 el volumen de envases diarios creció en un 20%. En 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura, de los cuales un 20% era de plástico. Todos estos residuos acaban formando, en su mayoría, una enorme montaña de residuos que se reparte por el mar.
Calculando que cada persona deshecha al año unos 180 kilogramos de envases, la nueva regulación pretende reducir esta cifra en un 5% para 2030, un 10% para 2035 y, finalmente, un 15% para 2040.
Ya existe una norma que prohíbe desde julio de 2021 una batería de elementos plásticos desechables, como los platos y cubiertos, paquetes de comida y bebida de poliestireno, pajitas, removedores o bastoncillos. Pero quedaban un montón de envases de uso habitual que también se desechan apenas abiertos. Estos son los que se tratarán de eliminar con la nueva medida.
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