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JUICIO EN VALLADOLID

Declaran las tres monitoras acusadas de homicidio por la muerte de un niño ahogado

Las acusadas se escudan en el caos del vestuario y la turbiedad de la piscina como justificación de su imprudencia.

Las tres monitoras juzgadas desde hoy en Valladolid por la muerte de un niño de 2 años, ahogado en la piscina del Parque de Aventuras Juan de Austria de Valladolid, han asegurado hoy que el agua estaba turbia, sin que se pudiera ver el fondo, y que el vestuario de los niños se convirtió en un caos. Así lo han señalado en la vista oral abierta en el Juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid, por hechos ocurridos el 22 de julio de 2008 y por los que el fiscal pide penas de dos años y cinco meses de cárcel para cada una de las tres monitoras del parque encausadas, para el coordinador y dos administradores de la empresa concesionaria del centro de ocio, acusados de sendos delitos de homicidio por imprudencia grave.

El suceso se desencadenó cuando el pequeño que después pereció acudió junto a 31 niños al centro de ocio, para el que un mes antes el coordinador del parque había comprado una piscina portátil en un hipermercado. Dos de las monitoras encausadas, las hermanas Verónica y Elena S.R., acudieron sobre las 11:00 horas al parque, una media hora más tarde de lo que debían haber llegado debido a un atasco, y se incorporaron al grupo de 32 niños que debían cuidar y del que, hasta su llegada, se habían ocupado otra monitora acusada, Sara Isabel D.O., y una cuarta no imputada en el caso.

Al llegar, "estaban los niños desperdigados y no sabía ni el número de niños, ni de qué colegio, ni si había límites a su actividad; ni nada", ha asegurado Verónica S.R., técnica en integración social y que llevaba dos meses trabajando en el parque cuando se produjo la muerte. Ha reconocido, como las otras dos monitoras acusadas, que el agua de la piscina estaba "muy turbia" y ha coincidido también con las otras dos jóvenes en que el menor de 2 años que después perdió la vida sí llegó al vestuario del recinto tras la actividad en la piscina. "Era un caos el interior del vestuario, con muchos niños, muy pequeños, todos a la vez y tuvimos que subir a avisar" para que les ayudaran profesores del colegio de Corazonistas, al que pertenecían los niños y que habían acudido a buscar a los pequeños tras terminar la actividad en el parque, ha explicado Verónica S.R. entre lágrimas durante parte de su declaración.

Ya en el vestuario y después de la actividad acuática, Sara Isabel D.O. ha narrado cómo puso una toalla sobre los hombros del niño, de cuya identidad se ha mostrado segura. Después de la piscina, vio al niño en el vestuario pero allí le perdió de vista y no sabe qué hizo, ha resumido Sara Isabel D.O. Fue cuando se dirigieron a las puertas del centro de ocio cuando una persona del colegio de los niños les dijo que faltaba uno, por lo que se pusieron a buscar al menor. "Fuimos a la piscina, el agua estaba muy turbia, mucho", ha manifestado Verónica S.R., quien ha reconocido la posibilidad de que no se diera cuenta de que el niño se encontraba en el interior cuando fueron a buscarle debido al estado del agua -el fiscal sostiene que el pequeño no salió de la piscina tras la actividad acuática y las monitoras no contaron a los niños-.

Provisionalmente, la acusación particular demanda seis meses y un día de prisión para cada uno de los administradores y el coordinador y un año de cárcel para cada una de las tres monitoras, además de una indemnización de 250.000 euros, cifra en la que coincide con el ministerio público, mientras las defensas piden la absolución.

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