El tren del accidente en Santiago, en el tramo del siniestro, debería haber pasado de 220 a 80 kilómetros por hora porque confluía el hecho de la entrada en ciudad con una curva. La mayoría de la red ferroviaria de alta velocidad tiene centralizado un sistema a través del cual ésta sólo puede ser manipulada por el maquinista para frenar y nunca para acelerar. Esto descartaría que el maquinista aumentara la velocidad porque iba con cinco minutos de retraso. Además, los servicios que devuelven el dinero por este tipo de retraso son los de AVE, ya que el de Alvia solo abona al usuario un retraso de 20 minutos.
La velocidad de los Alvia viene determinada por ordenadores en casi toda la red
Adif confirma que se está investigando si en el punto exacto del accidente, en el que han fallecido 78 personas y más de 140 se encuentran heridas, el sistema funcinó. Se trata de una zona de transición de sistemas de bloqueo, es decir, se pasa de uno parámetros de alta velocidad a otros en el que el convoy debería ir más despacio por su entrada en territorio urbano.
La empresa estudia la interrelación entre los diferentes sistemas. Las información la cotejarán con la grabada en la locomotora y las comunicaciones con el puesto de mando, para saber si la comunicación entre ambos sistemas falló y no se produjo el cambio correctamente. En tal caso, no hay conocimiento sobre el tiempo que tuvo el maquinista para reaccionar ni se sabe si fallaron los sistemas de frenado de urgencia.
Para determinar la causa real de por qué el tren iba a 190 kilómetros por hora, doblando la permitida, la empresa pública está haciendo un análisis comparado entre la grabación de cabina, la comunicación con el puesto de mando y la información almacenada en los sistemas de navegación, tanto el 'embarcado' (equivalente a la caja negra de los aviones) como el enviado. La primera comunicación por radio confirmada se trata de la realizada tras el accidente y no está confirmada si se realizó una previa, como recogen varios medios.
La empresa ferroviaria insiste en que la velocidad en estas líneas la marcan, generalmente, los ordenadores y que intentará esclarecer las causas del accidente lo antes posible, pero sin precipitarse. Renfe, responsable de los trenes, ha confirmado que el Alvia siniestrado pasó este miércoles una revisión y todo estaba correcto para la jornada completa.
Adif defiende el sistema de señalización
La infraestructura de señalización en el punto en el que se produjo el accidente del tren Alvia, próximo a la estación de Santiago de Compostela, estaba "perfectamente respecto a la señalización" y "en su funcionamiento" y "con todas las revisiones al día", han indicado fuentes de Adif.
La compañía, propietaria de la infraestructura ferroviaria de España, ha indicado también que el trazado de la curva en la que el tren descarriló responde a la integración de la vía con el resto de instalaciones y elementos existentes en la zona.
Las fuentes consultadas han explicado que cuando la línea ferroviaria discurre por ámbitos urbanos los radios de las curvas que tiene el trazado son más reducidos que en los tramos abiertos, razón por la que la velocidad en el tramo del siniestro estaba limitada. Además, añaden, en las zonas próximas a las estaciones como la del accidente es necesario reducir y limitar la velocidad.