Viruela del mono
La advertencia de Alfredo Corell sobre el COVID y la viruela del mono: "Esto debería estar más controlado"
Alfredo Corell ha lanzado un llamamiento a la calma ante la explosión de casos confirmados de viruela del mono en nuestro país. "Yo estoy tranquilo creo que hay que estar vigilante, pero no debemos de estar alarmados".
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Noticias de la Mañana de Antena 3 ha entrevistado a Alfredo Corell para que siga despejando dudas sobre los casos de viruela del mono que siguen expandiéndose por España.
La Universidad Johns Hopkins cifra en 432 los positivos confirmados en todo el mundo de los cuales 115 se habrían registrado en nuestro país. España es por tanto el país en el que más intensidad está golpeando el virus.
Corell reconoce que hay que "estar vigilante" pero asegura que él se encuentra "tranquilo" e insiste en que "no debemos estar alarmados". Además indica "no estamos en una situación como al del COVID que era todo nuevo, esto debería estar más controlado".
El inmunólogo celebra que se comiencen a hacer pruebas PCR en varios hospitales porque lo que hacen esas pruebas es "recoger un trocito del gen del virus, lo fotocopian, hacen muchas copias, en este caso a partir de las lesiones que hay en la piel y detectan si está el virus" además añade: "Casi más importante que la detección en sí, que es importantísima, en este caso además se va a hacer secuenciación y eso es fundamental porque tienen que ver el subtipo". Corell asegura que le parece muy bien que se ponga en marcha el proceso de secuenciación "aunque probablemente vamos ya con un poco de retraso".
De la viruela del mono hay en África dos variantes conocidas, una es de la zona del Congo que fue la primera que se descubrió y era una variante muy dañina que podía producir una mortandad de hasta un 10% y la que se está detectando en los brotes actuales es del África más occidental, de la zona de Nigeria, que es una variante más leve y puede producir una mortandad de alrededor del 1%.
Corell indica que "el mejor tratamiento son dos", el primero que los casos positivos se aíslen completamente mientras tengan la enfermedad, considerando esto hasta que se les caigan las costras de las lesiones y segundo que los que han sido contactos estrecho de esos positivos minimicen sus relaciones sociales hasta que lo antes posible se les ponga la vacuna de la viruela porque recuerda Corell: "la vacuna hay que inocularla en los primeros días que se sabe que han sido contacto estrecho, si no no tiene mucho sentido".
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