Publicidad

ENTRE LOS ARRESTADOS ESTÁ EL CABECILLA DE LA TRAMA

Al menos once empresarios detenidos en una operación contra el fraude del IVA

La Agencia Tributaria ha destapado este miércoles una trama de fraude en el IVA de la importación de productos electrónicos de entre 30 y 40 millones de euros. Esta mañana se está llevando a cabo la detención de los implicados y el registro de viviendas y empresas, principalmente en Madrid capital y localidades de la Comunidad como Alcorcón.

Los detenidos en la gran operación contra el fraude de IVA denominada 'Flash' y cuyo importe podría ascender a 40 millones de euros, son once empresarios españoles, entre ellos el cabecilla de la trama, informaron fuentes de la investigación.

La operación, que sigue abierta, se está llevando a cabo en la capital de Madrid, y las localidades de Alcorcón, Nuevo Batzán y Coslada, aunque también se prevén detenciones en otras Comunidades Autónomas.

Según las fuentes consultadas, durante la operación se han registrado cinco domicilios en Madrid y se ha requisado mucha documentación, aunque se prevé continúen los registros y los arrestos hasta sumar cerca de 25.

El fraude por IVA de esta red empresarial podría ascender a entre 30 y 40 millones de euros y el Juzgado número de 3 de Alcorcón, que se ha hecho cargo del caso, ha decretado "secreto de las actuaciones", según fuentes jurídicas.

La operación 'Flash' se está llevando a cabo en colaboración con Vigilancia Aduanera, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif) y la Agencia Tributaria. El fraude se produjo, al parecer, a través de la colocación de sociedades interpuestas que operaban con la importación y venta de productos de electrónica e informática y el cabecilla de la trama ha sido detenido esta mañana en su domicilio del sureste de Madrid.

Los once detenidos son empresarios que utilizaban sus compañías como pantalla para controlar otras empresas que en muchos casos tenían sede europea y en las que ponían a testaferros. El hecho de que la operación de compra de productos informáticos se produjera dentro de la UE hacía que estas empresas se beneficiaran de ventajas fiscales y no pagaran IVA.

Se trataba de un entramado empresarial muy complejo, ya que la mercancía objeto del fraude viajaba directamente desde países de la UE a almacenes logísticos españoles que, a su vez, la remitían a los comercializadores finales. Para llevar a cabo el fraude al IVA, se interponían una serie de sociedades creadas en otros países europeos y en España.

Publicidad