Cuando se pierde el contacto con un avión, se activan los protocolos de emergencia. La prioridad es encontrar el aparato y entender qué ha sucedido.
Pero, en un mundo hiperconectado, ¿cómo es posible que se pierda un avión? Según Eduardo Cadenas, del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA):
"Por un problema técnico , obviamente, por una explosión si se da el caso, por múltiples razones, que normalmente no pasan. Pero es como si el teléfono móvil falla y uno deja de estar localizado", señala.
En las zonas sin cobertura la comunicación debe ser constante a través de la radio. El protocolo marca al piloto tres pasos en caso de emergencia: estabilizar la nave, localizarla y comunicar el problema.
En el caso del vuelo MS804 de EgyptAir, las primeras informaciones apuntaban a que nadie pidió ayuda. "Si cualquiera de las dos fases anteriores no ha podido ser resuelta por la tripulación, es muy complicado que comuniquen, y además aunque lo hagan, si el avión no está controlado, poca ayuda vas a poder recibir de los equipos de tierra", dice Iván Gutiérrez, del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación.
Durante el vuelo, los aviones cuentan con diferentes sistemas de comunicación, muchos de ellos basados en radares que identifican el vuelo. Programas informáticos que envían datos a tierra, y un sistema de posicionamiento global GPS.
Muchos expertos creen que es necesario mejorar la localización durante el vuelo. "Novedades son la instalación de cámaras en las cabinas de pilotaje, para que se vaya grabando el trabajo de la tripulación", indica Raúl Vicente, ingeniero experto en accidentes de aviación.
Incorporar GPS a las balizas, también haría más fácil ubicar la aeronave tras la tragedia.
Si el avión desaparece, se activa el sistema de emergencia. Incertidumbre, alerta y finalmente la fase de peligro donde casi se da por hecho que estamos ante un accidente aéreo.