Albergues cápsula, los favoritos de los peregrinos del Camino de Santiago

Al más puro estilo japonés se dibuja el albergue Zendoira, en Palas de Rei, en Lugo. "Abrimos en 2016 y fuimos los primeros que incluir la posibilidad de dormir en cápsulas para dar un poco más de privacidad al cliente", comenta Iria Barba, gerente del establecimiento.

Más de 50 cápsulas repartidas en diferentes habitaciones y lleno total. "Nosotros elegimos venir aquí porque en otros albergues, a veces, es imposible descansar. Entre los que roncan o los que se levantan a las cinco, es imposible", comentan dos peregrinos madrileños.

Además de una pequeña cortina que aporta cierta sensación de privacidad, el habitáculo cuenta con un mueble para poder dejar las pertenencias, una luz independiente y dos enchufes. "Cargar las baterías de los móviles es importante y en otros lugares hemos sido incapaces de encontrar enchufes cerca de las camas", dice una peregrina de Andalucía.

No solo los nacionales, también el éxito de este establecimiento se mide en clave extranjera. "Son muchísimos los internacionales que reservan cápsulas, es un modelo japonés así que imagínate que todos los asiáticos, más familiarizados con esto, es lo que demandan", explica Iria Barba.

Comprobamos que varios caminantes coreanos llegan al albergue, también una francesas y varios italianos. "Estamos llenos", dicen desde la gerencia.

Además de las cápsulas, existen como en el resto de albergues, diferentes zonas comunes que permiten seguir socializando con el resto de peregrinos. "Esto es lo bueno, que puedas estar en la sala con todos pero a la hora de ir a dormir puedas hacerlo tú solo, sin estar viendo cómo duerme el de al lado", comenta una peregrina.

Una alternativa a los alojamientos tradicionales que causa furor en el Camino de Santiago y que, cada día, gana más adeptos.

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