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DICE QUE QUEDA MUCHO POR HACER Y SIN COBRAR NADA
La alcaldesa más longeva de España deja su cargo a los 80 años
Laurentina Alonso Nieto, a sus 80 años dejará la alcaldía de Blascomillán, un pueblo en Ávila de unos 200 habitantes donde 'Lauren' impulsó la modernidad cuando asumió el cargo a sus 36 años mientras trabajaba como maestra.
Le entregaron el bastón de alcaldesa el 10 de abril de 1972, por dos años, aunque desde entonces se ha ganado la confianza de sus vecinos y Laurentina Alonso Nieto, 'Lauren', ha estado 43 años como regidora de Blascomillán (Ávila), un cargo que, a los 80 años que cumple hoy, decide dejar porque está 'cansada', aunque quedan "cosas por hacer" y siempre "sin cobrar nada".
"Siempre he querido trabajar por mi pueblo y he hecho todo lo que he podido por mis vecinos", ha señalado Laurentina Alonso, quien cree que fue durante un tiempo "la única alcaldesa" que había en España. Y lo ha hecho "sin cobrar nada", algo que en su cabeza "no cabe".
"Trabajamos por el bien del pueblo y por dar servicio a los demás y lo hacemos porque queremos, no para cobrar", ha recalcado la regidora de Blascomillán, quien ha renunciado siempre a cobrar por su trabajo, un aspecto en el que sus concejales la han seguido. Y también los de la oposición, incluida la única edil del PSOE que hay en el Ayuntamiento de Blascomillán y que vive en Boadilla del Monte (Madrid). "No la pagamos ni los viajes y ella está de acuerdo", ha añadido, a la vez que se siente orgullosa al señalar que el pueblo "nunca ha sabido lo que son las deudas".
El hecho de ser mujer, además, tampoco ha sido un problema, aunque ha recordado una reunión de alcaldes que hubo en España y "sólo" estaban la alcaldesa de Bilbao (Vizcaya) y ella, pero la bilbaína lo dejó "al poco", porque "no era lo mismo ser alcaldesa de Bilbao que serlo de Blascomillán".
En este municipio del noroeste de la provincia de Ávila, que apenas alcanza los doscientos habitantes, propusieron a Lauren, que había estudiado Magisterio, para ser alcaldesa y sustituir al alcalde de entonces, pero "sólo iba a ser por dos años". Ella era la delegada de la Sección Femenina y el gobernador civil de Ávila, Ramón de la Riva y López-Dóriga, tuvo que insistir para que aceptara el bastón de mando. Lauren tenía entonces 36 años e impulsó la modernización de la localidad, que entonces tenía "muchos más habitantes", pero que "no tenía ni agua corriente" y las calles eran "de barro", mientras compaginaba el cargo con su profesión de maestra, además de hacer frente a "algunos" hombres que "no veían bien que una mujer fuera alcaldesa".
De hecho, en todos sus años de gobierno y aunque lo ha intentado, nunca ha tenido una mujer trabajando como concejala junto a ella y bajo sus mismas siglas. "Se lo he propuesto, pero no han querido", ha señalado. Su máxima, en este sentido, ha sido la de "convencer por las buenas", incluso a los concejales que, ya en democracia, ha tenido en la oposición y que, en ocasiones, han sido "muy duros". Con todos ha dialogado y ha tendido la mano para "trabajar juntos", algo que ha tenido su resultado en las urnas, donde ha ido obteniendo mayoría absoluta bajo las siglas de UCD, AP y PP, incluidas las de 2011, en las que obtuvo el 53,19 por ciento de los votos, lo que otorgó al PP cuatro concejales, frente a uno del PSOE.
Si tuviera que presentarse de nuevo, Laurentina Alonso ha confesado que se lo "pensaría", porque, aunque en los pueblos "no lo es tanto", en España "la situación política actual es muy complicada", al igual que, en su opinión, lo es "en la provincia" de Ávila. "Es más difícil ahora, con tantos partidos", ha apuntado Lauren, quien mañana afrontará, en un pleno, el asfaltado de zonas que están "de cemento", como la ronda o la calle en la que ella vive, que ha dejado "para las últimas".
Aún recuerda las 169.000 primeras pesetas que consiguió de la Diputación para comenzar a hacer cosas en un pueblo al que estará "siempre muy agradecida".
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