Alerta sanitaria
Alerta alimentaria por toxinas en un regaliz orgánico procedente de España
Detectan niveles peligrosos de Ocratoxina A en un lote distribuido en Francia.
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Las autoridades europeas han emitido una advertencia sanitaria tras identificar un lote de raíz de regaliz orgánico, originario de España, con niveles elevados de una toxina peligrosa para el consumo humano. La alerta fue activada por el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), una red que permite a los países de la Unión Europea comunicar riesgos relacionados con alimentos y piensos.
El producto afectado, una raíz de regaliz orgánico, contenía niveles de Ocratoxina A superiores a los permitidos por las normativas sanitarias. Esta sustancia, una micotoxina presente en ciertos hongos, puede tener efectos perjudiciales para la salud si se ingiere en cantidades elevadas.
La alerta fue emitida inicialmente por la empresa distribuidora en Francia, donde se estaban comercializando los lotes afectados. Aunque no se ha informado de consumidores perjudicados, las autoridades sanitarias han tomado medidas inmediatas para retirar el producto del mercado.
La raíz de regaliz es conocida por sus propiedades medicinales y su uso en productos como caramelos y pastillas, especialmente por sus beneficios para el sistema digestivo y su acción antiinflamatoria. Sin embargo, su consumo puede suponer un riesgo cuando no cumple con los estándares de seguridad alimentaria.
Retirada preventiva en Francia
De acuerdo con el informe de la RASFF, las autoridades francesas han procedido a retirar del mercado todos los lotes afectados que procedían de España. A pesar de esta acción preventiva, aún no se ha confirmado si el producto logró llegar a los consumidores antes de ser identificado como peligroso.
Contexto de otras alertas alimentarias
La alerta sobre el regaliz orgánico no es un caso aislado. Recientemente, se han emitido advertencias similares en Europa relacionadas con otros productos alimenticios. Entre ellas, destaca la detección de moluscos en cubos de rape congelados procedentes de China y la presencia de pesticidas en naranjas también originarias de España.
Estas incidencias reflejan la necesidad de un control riguroso en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta la distribución, para garantizar la seguridad de los consumidores y mantener la confianza en los productos comercializados en la Unión Europea.
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