Las labores de investigación han comenzado a primera de la mañana en la casa donde vivían los pequeños. Tras una minuciosa inspección de un equipo del laboratorio de criminalística y de otro del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, se han encontrado unos palos, entre ellos el de una azada, que se han llevado a un laboratorio para ser analizados.
Según las investigaciones de la Guardia Civil, uno de los niños murió al ser golpeado contra el suelo de piedra junto a la piscina, mientras que el otro presentaba graves fracturas y traumatismos causados con un objeto contundente que trata de localizar la Guardia Civil.